Tus palabras fueron como dagas a mi corazón, me faltaba el aire, mi respiración se volvía cada vez más y más pesada al oír las palabras que salían de tus labios, no pude evitar retorcerme del dolor.
No pude evitar que mis ojos se llenarán de lágrimas y que en mi pecho se sintiera un vacío enorme como si un gran agujero negro estuviera allí, en lugar de mis órganos.
