❝Tengo el alma hecha pedazos y a partir de acá no me hago cargo de nada.❞
No dejes nunca de brillar, muñeco. -susurró, acariciando con su suave voz el oído del más pequeño, que ya no podía repremir esa sonrisa que se había formado en sus finos y rosados labios.
Esas palabras le bastaban a Harry para darse cuenta de lo enamorado que estaba de su amigo, de su Louis. Tenía apenas 15 años y no estaba seguro de muchas cosas, no tenía idea de lo que era la vida, decían muchos, pero, a su corta edad tenía idea de lo que era enamorarse. Amar tanto que duele, dar todo para y por una persona, aunque esta no correspondiera a sus sentimientos.
Sería mejor, que para empezar con esta historia nos ubiquemos a principio de año, ese mismo día en que llegó Louis con una sonrisa más grande que lo usual, y con una buena noticia -al menos para él lo era-, la chica que tanto le gustaba le había dado un sí, y listo, ¡eran novios! Ese mismo día, Harry sintió ese agudo dolor en el pecho y como sus mejillas se tornaban rojas de furia, estaba realmente celoso. Pero, ¿qué podría hacer? Además de intentar conquistarlo, obvio.
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No te acerques tanto - Larry Stylinson.
Romance¿Qué harías en su lugar? ¿Qué dirías? ¿Cómo reaccionarías? ¿Lo soportarías al menos?