No temas al segador

capitulo 23: Recogiendo las piezas (parte1)

Creador de la historia fue
 por Intimidator1323

Habían pasado tres semanas desde que la Invasión Oto-Suna había sido frustrada y la reconstrucción estaba en marcha.

El daño hecho a la aldea fue significativo. La mayor parte fue causada por el trío de serpientes gigantes, pero una gran parte también fue causada por los atacantes humanos. Sin embargo, el daño no fue reparable. La gente del pueblo (tanto ninja como civil) ya estaba trabajando duro para restaurar el pueblo a lo que era antes del ataque.

Lo que fue mucho más difícil de superar fueron las bajas. Muchos ninjas fueron asesinados o heridos durante el ataque, pero esto fue leve en comparación con las pérdidas sufridas por Otogakure y Sunagakure. Suna perdió más de la mitad de sus fuerzas y Oto perdió a casi todos los que enviaron. Tenían tanta confianza en la fuerza que Orochimaru les dio, que corrieron ciegamente a su destino. Incluso cuando estaban claramente perdiendo, la mayoría se negó a deshonrar a su "Otokage" al correr, por lo que luchó hasta el final. Los pocos que escaparon fueron los miembros más pragmáticos de las fuerzas de su pueblo. Sin embargo, la mayoría de las fuerzas Suna sabían cuándo fueron golpeados y huyeron después de que Shukaku fuera derribado.

A pesar de llegar a la cima, Konoha todavía fue aplastado por la muerte de un hombre en particular: Hiruzen Sarutobi, el Sandaime Hokage.

Era el Hokage reinante más largo de la aldea, había ocupado el cargo durante la mayor parte de su vida, solo abdicaba cuando la vejez lo alcanzaba y pasaba el título a Minato Namikaze. Cuando el Yondaime murió, Hiruzen una vez más tomó su antiguo título para ayudar a la aldea a sanar. Para muchos aldeanos, el viejo era su roca, la única constante en sus vidas. Casi todos creían que se retiraría un día y pasaría pacíficamente de vejez después de otra década más o menos ... pero eso no era así.

En cambio, el Sandaime fue cortado por su antiguo alumno. Su roca había sido destrozada.

Aunque muchos ninjas de Konoha habían muerto durante la lucha, la muerte de Hiruzen los golpeó con más fuerza. No hace falta decir que su nombre (junto con todos los demás que murieron) fueron grabados en la Piedra Memorial, consagrados para siempre como un héroe.

Naturalmente, una vez que lo peor de su dolor se había desvanecido, la ira y el deseo de venganza tomaron su lugar. La aldea llamó a la guerra contra Oto por asesinar a su líder y a Suna por ayudarlos ... al principio.

Menos de una semana después de la invasión, Suna envió un enviado a Konoha para discutir un tratado de paz. Cuando el consejo exigió saber por qué considerarían siquiera la idea de paz con quienes los habían traicionado, se reveló una verdad impactante.

Konoha no fue el único pueblo que perdió a su Kage.

Después de que terminó la invasión, las fuerzas de Suna notaron que el Kazekage no estaba con ellos. Al principio, creían que había sido asesinado durante los combates, pero esto fue refutado cuando Konoha no anunció la muerte de Rasa. Seguramente, si hubiera caído en la batalla, Konoha lo anunciaría para reforzar la moral devastada de su pueblo.

Desesperados por encontrar a su líder, las fuerzas ninja de Suna recorrieron las tierras de su país buscándolo ... hasta que lo encontraron.

O, más bien, lo que quedaba de él.

Rasa estaba muerta. Además, había estado muerto durante algunas semanas, mucho antes de que comenzara la invasión. Esto confundió a los aldeanos. Habían visto a su kage salir de la aldea para asistir a los exámenes de Chuunin, entonces, ¿cómo era que había estado muerto durante semanas antes?

El pueblo dedujo rápidamente que el hombre que habían visto era falso y no el verdadero Kazekage. El ninja que sobrevivió a la invasión notó que su líder había ido a encontrarse con Orochimaru en el momento en que supuestamente murió.