Superficial | NCT Renjun

Parte Única

Para sus amigos, y probablemente para la humanidad, Renjun era un ser sumamente exigente.

Pero es que a Renjun solamente le interesa la belleza. No veía tales acusaciones.

Así que él no puede entender porque sus amigos seguían diciendo que sus exigencias eran la causa de su soltería a tan solo unos años de cumplir los 30.

¿Era mucho pedir perfección?

No.

O bueno, tal vez sí.

Al menos para el ser humano parecía serlo.

¡Bah!

Huang estaba harto de ver a las personas que amaba envejecer. Un rostro joven y bonito debería mantenerse vigente para siempre.

Estaba cansado de escuchar las quejas, los lamentos y el dolor por el que atravesaban ante los defectos de otros y de ellos mismos. Lo imperfecto debía ser eliminado.

Y en caso de encontrarle salvación... Modificado.

Le llamaron "superficial".

Y tal vez era cierto.

Pero él tenía un muy dulce punto de vista. Que saboreada hasta su garganta.

Así que no entendía la razón por la que su amigo ChenLe lloraba, mientras le observaba cubrir en un molde perfecto, el rostro de Jisung.

Quizás su visión era amarga, pero exquisita.

Pero es que ¿Acaso el color rojizo para la figura de Haechan no le parecía el adecuado? Porque jugaba un papel tan importante en su piel.

¿O los rasgos de Jeno no eran tan prominentes y masculinos? Aun habiendo utilizado las medidas exactas del grosor de su piel.

¿O la sonrisa de Jaemin no estaba elaborada tan bonita y atractiva? ¿O el color rosa mármol que escogió era demasiado? El color y la esencia eran suaves como Jaemin.

Entonces, ¿Por qué?

Renjun solo lo observo, actuando como siempre. Sin darle importancia a las circunstancias.

Por otro lado, ChenLe quería sentirse como en casa ante su apariencia, pero el terror era mucho más grande.

La esencia cálida y tranquila, anteriormente reconfortantes, se habían convertido en una energía serena pero mortificante.

Y mientras tanto, él solo se encontraba temblando. Aun sin nada que lograra que diera el último paso para atravesar la línea que acababa con el borde de todo su pacifismo.

Nada...

Aún.

— No te preocupes.

Con ojos vidriosos lo observo trabajando desinteresado.

— Podrás escoger los materiales cuando sea tu turno.

Entró en pánico.