ochenta y uno

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Bruno A:

¿Todo en orden?

Lucía O:

Sí, ¿por?

Bruno A:

Tal vez Sebas me dijo algo...

No quiero causar problemas entre ustedes.

Él sonaba muy arrepentido.

Lucía O:

No fue nada del otro mundo, solo discutimos.

Bruno A:

Lu, puedes confiar en mí. Lo que me digas, no se lo diré a él.

Lucía O:

Tal vez eso le dijiste también a él...

Bruno A:

Es diferente.

De verdad.

Lucía O:

De acuerdo. Tal vez sí fue algo de otro mundo. Nosotros jamás peleamos. A decir verdad, creo que me pasé, él solo trataba de ser un buen amigo.

O sea, sí se excedió pero yo también acabé por decirle cosas hirientes. Ninguno quedó bien parado.

Me siento fatal por eso.

Bruno A:

Tranquila. Ya lo arreglaran. Estoy seguro que han salido de peores, ¿no?

Lucía O:

Sí, pero esta vez se siente diferente. Han pasado muchas cosas últimamente.

Bruno A:

¿Y eso es necesariamente malo?

He oído que las diferencias pueden unir más a las personas.

Y en lo que a mí concierne es cierto.

Lucía O:

¿Tú crees?

Bruno A:

Habla la voz de la experiencia.

Solo dime si me estoy involucrando demasiado o haciendo algo que te haga sentir incómoda. Sé que Sebas y tú tienen años de amistad y yo recién llego. Soy consciente de mi posición.

Tal vez no sea el lugar o el modo de decirlo pero desde que Sebas me habló de ti, tenía muchas ganas de conocerte, pero me sentía intimidado ante la idea de que ustedes dos eran más que amigos.

Lucía O:

Pero no es así.

Bruno A:

Lo sé.

O sea, ahora lo sé.

Tú debes saber que lo seguirán siendo también.

A Sebas le importas mucho.

Lucía O:

Me gusta mucho conocerte.

Bruno A:

A mí también.

Hola, mejor amigo [EDICIÓN 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora