Capitulo 3: 9:36 Pm - Parte 1

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Dylan: *Despierta y se estira* (¿Qué hora es?)

(Las 6 horas con treinta minutos. Hasta a Dylan le sorprendió la hora a la que se levantó. «Demasiado temprano», pensó. Por un momento, estaba pensando en volver a dormir, pero vio desde la casa del árbol: Silencio. No se oía a nadie despierto. Pensó, pues, en seguir durmiendo allá, ya que—Al menos eso piensa Dylan— sería menos suspicaz. )

...

(Cerca de las 8:30 de la mañana, Dylan dejó de ser el único despierto, al ver como los demás iban llegando hasta el comedor del lugar. Dolly, por otro lado, se le acercó, sabiendo bien lo que Dylan estuvo haciendo anoche.)

Dolly: *Se acerca a Dylan* Oye hermano, yo no recuerdo que hayas pasado la noche aquí.

Dylan: uh... que? (SILENCIO, DOLLY)

Dolly: Déjame adivinar, Te la pasaste anoche pensando en...

Dylan: SHHHHH *lo interrumpe*

(Dylan le hizo la misma señal que Dolly había hecho anoche de cerrar un cierre. Entonces, un tercer can se integra a la conversación, insistiendo por entender lo ya visto.)

DJ: *los ve* ¿Que son esas señales?

(Ahora, para que Dylan no fuese a pensar que no iba a cumplir con lo que dijo anoche, ella mencionó una excusa de que era supuestamente un mal juego de señas que Dylan inventó. DJ, en aquel punto, no le interesaba interrogarlos completamente, así que solo dio luz verde a aquella mentira y se fue sin más.)

Dylan: *suspira aliviado* Ay, perro santo.

Dolly: De nada.

...

(A 10 minutos de hacerse las 9, Dolly notaba como su hermanastro comía con lentitud. En serio, lo de la Border Collie lo tiene así de triste. De repente, frunció el ceño. Una idea había pasado por su mente. Ya luego Dylan se lo agradecería. Miró desde el vestíbulo el patio frontal, vacío. El buzón que había allí, estaba igual de desierto, sin una carta ni paquete. Ella pensó en finalmente darle algún uso. Fue hasta su cuarto y buscó lápiz y papel. Cuando su pequeño sobre estaba terminado, no dudó en salir y colocarlo en el buzón. Dylan, por otro lado, notó cómo su hermanastra corría de un lado al otro, nada fuera de lo común. Lo que si le extrañó fue ver que ponía algo en el buzón. El quería saber lo que habría dentro, pero las labores no le iban a permitir ni salir por dos minutos.)

...

(Pero mientras Dylan se preguntaba que era todo ello, un autobús rojo estacionó en frente del 101, de cual emanaba una mitad de los cachorros. Entre ellos estaba DJ, que rápidamente fue hasta el patio de atrás. Repetía un solo nombre, esperando encontrar a quien buscaba.)

DJ: *busca a Da Vinci* ¡Da Vinci! Da Vinci, ¿Dónde estás?... ¿Y esto?

(Su búsqueda se pausó allí, solo cuando una foto llamó su atención. En la fotografía, se veía a Dylan en las vacaciones de hace unos meses. Creyó reconocer a la hembra que rodeaba el cuello de Dylan con la pata derecha, pero no recordaba su nombre. Al rato, recordó lo que realmente estaba buscando: a Da Vinci. Guardó la foto en su collar, de repente se lo preguntaría a la pintora más tarde.)

...

(Se habían hecho las 9:05 de la mañana tan rápido. Pero cuando Dylan pudo finalmente, tener algo de tiempo libre fue hasta la casa de árbol. Aun le intrigaba el contenido del sobre que Dolly puso en el buzón, pero seguramente no era nada relevante. Él estaba más concentrado en poder terminar ese poema que pospuso desde anoche. Para ello, necesitaba la foto. Despues de todo, una simple fotografía era el único recuerdo físico que le quedaba al dálmata de Summer. La había dejado cerca de él al dormir, pero no la encontraba. Buscó por varios lados. Nada, alguien había tomado la foto.)

Dylan: Ay no, no, no, no, no, ¿¡donde está?! *Busca la foto preocupado*

DJ: ¡Oye Dylan! ¿Estás buscando esto? *Le muestra la foto*

...

(Por otro lado, la carta que Dolly puso había llegado hasta su destino: Cornwall. El encargado de entregar la carta fue buscando alguna señal de algún buzón. Pero el lugar estaba tan solo, resultaría difícil encontrar al receptor o receptora del sobre. Al humano se le acercó una can que pasaba por allí. Su idea era descabellada, pero no encontraba a nadie. Al final terminó dejándole esa carta a la hembra. Consideró que ese envio era una broma, porque no vio a ningún humano por allí, y se fue sin más. La can, abrió el sobre al ver que era para ella y leyó atentamente.)

Carta: Oye, S, tienes que venir pronto a la calle dálmatas en Londres. Hay un perro con manchas y con una oreja negra que te ha dedicado un poema... Atte: Dolly./P.D: Si, recién se me ocurrió ese diminutivo de tu nombre Summer.

Fin del capitulo



La Visita (Dylan x Summer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora