Eleanor Crawford.
Sola. Así es como me sentía en ese momento. El frío que transmitían las paredes de metal me paralizaban la sangre, y delante de mi la silla vacía que mas tarde ocuparía la inspectora Samantha.
El vaso que me habían ofrecido al entrar a la sala, intacto. No podía beber, mi cuerpo no me respondía, por lo que únicamente clavé mi mirada en el.
Odiaba las comisarías, y era la primera vez que estaba en una.
Yo, Eleanor Crawford, en una comisaría. Parece una broma, desearía que en realidad todo esto fuese una broma, pero las lágrimas que habían humedecido mis mejillas me convencían de lo contrario.
Alguien había muerto. Mia había muerto.
Mientras el indomable oleaje de mis pensamientos me arrastraba a alta mar, la puerta se abrió revelando a la rubia que todos llamaban Samantha. Dejó una carpeta cerrada sobre la mesa y alzó la mirada, sus ojos avellana penetrando en los míos.
- Eleanor, soy Samantha, pero puedes llamarme Sam. - Dijo esbozando una de las mejores sonrisas que tenia en oferta.
No dije nada, porque no tenía nada que decir. En otra situación habría sonreído y estrechado su mano, incluso la habría abrazado... Pero hoy no era el día. Asentí con la cabeza y sequé mis ojos con el jersey amarillo que llevaba puesto.
- Como ya sabes, el cuerpo de Mia Holt ha sido encontrado esta madrugada en un bosque cercano a la fiesta que se celebró ayer, a la cual tu asististe-
- No fui yo.
- Eleanor, no te estoy acusando.
- Era una buena persona. Amable y divertida, alguien a quien nadie haría daño. - Dije reteniendo las lágrimas que mis ojos insistían en derramar.
Sam me observó por unos largos minutos. Se podrían comparar con toda una eternidad. Después abrió su carpeta y bajó la mirada, escaneandola a toda velocidad, después, sin ni siquiera mirarme, prosiguió.
- Hemos hablado con otros adolescentes que también estuvieron en la fiesta y confirman tu asistencia. Además de esto, me consta que estuviste en el bosque donde ha aparecido el cadáver de la víctima.
Sus ojos intentaron encontrar los míos, pero estaban ausentes, fijados en el vaso.
- ¿Podrías decirme hacia que hora te dirigiste al bosque? - insistió ella.
Pasaron minutos mientras Samantha esperaba mi respuesta, pero lo único que recibió fue silencio por mi parte. Suspiró y cerró la carpeta, lista para levantarse y pasar al siguiente sospechoso.
- 21:30. - Concluí por fin, lágrimas derramadas por mi rostro.
Como si se moviese a la velocidad del rayo, se volvió a sentar. Su mirada mucho más dulce y amigable que antes.
- Se que esto es duro. Como adolescente no deberías estar siendo interrogada por el asesinato de una compañera de clase. Por lo que veo eres una chica increíblemente talentosa, con becas para universidades muy importantes. - Dice leyendo documentos de su carpeta.
Asentí levemente. No tenía pensado que todo esto fuese a formar parte de la interrogación.
- ¿A que hora te fuiste del bosque?
- No lo se, no miré la hora, pero estuve allí unos 15 minutos antes de volver a la fiesta. - Dije pensativa. Mi cuerpo se había relajado, me sentía mas cómoda en esa silla, las paredes ya no me molestaban.
- ¿Hay alguien que pueda confirmar esas horas?
Recapacité varios minutos en silencio, rememorando la noche anterior. Todos los rostros, alcohol, culpa, mentiras... De todo. Intenté buscar un rostro conocido en el bosque...
Y por fin lo encontré.
- Si, si que lo hay.
Ella me miró ansiosa, con el bolígrafo listo para anotar el nombre.
- Thomas Miller.
Asintió y anotó varias cosas mas. Después cerró la carpeta y me miró sonriendo.
- Muchas gracias Eleanor.
- ¿Sufrió? - Murmuré yo, sin poder evitar que mi voz se quebrase al final.
Bajó la vista al suelo, manteniéndose distante, pensando cual sería la mejor respuesta para una chica de 17 años que estaba siendo acusada de asesinar a una compañera de clase de arte.
- No. - Concluyó sin tartamudear.
Mia Holt, muerta. Sabía todo lo que esto nos iba a traer, a mi y a todos los de la fiesta, a mi hermana, a mi primo, a mi mejor amiga...
El mundo colapsaría, y nosotros estaríamos en el centro.
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El universo de tus ojos
RomanceLa joven Mia Holt ha sido asesinada. Un grupo de adolescentes sospechosos de su muerte deberán probar su inocencia, mientras que las amistades, romances o incluso enemistades surgen amenazando con destruirlos.