El viento acariciaba mi piel, la suave brisa se sentía tan exquisita al rozar mi cuerpo.
Gotas escurriendo desde mi frente hasta la barbilla, la sensación de la nieve en mis pies era tan dolorosamente suave. La prisa de mi aliento exhalando frío, con todo esto solo podía pensar una cosa...
¡Corre!
No tenía nada en mente, correr era lo único que intentaba hacer. Podía sentir mi corazón latir fuertemente, sentía dolor en el pecho, el aire se escapaba de mis pulmones.
Corre, corre, corre, ¡corre!
– ¡HAHAHA¡
Todo mi cuerpo se erizó al escuchar esa risa tan siniestra de ese hombre, quería alcanzarme, lograría alcanzarme. De igual forma, ¿qué puedo hacer si no puedo volar como el?
Un mar de lágrimas inundaron mis ojos, sentía que gritaba de terror, pero no podía oírme. Con el solo sonido de su aleteo me sentí perdida, sabia que no era mi final, era el comienzo de mi nuevo infierno en Helvete.
Apenas pude ver esos árboles que antes me protegían...
Me estaba hundiendo en una inmensa oscuridad, tan negra como esas alas a la que tanto odiaba.
– ¡Genevieve!
**************** Recomiendo leer el capítulo con ese tipo de música nostalgia, haré un nuevo comienzo con esta historia. Probablemente todo cambie jeje, espero y les guste.
Anexo foto de como pienso que sería Genevieve
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