No Quiero Que Vengas Parte 1

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Sergio se paseaba en su dormitorio, inquieto, iba y venía con cara de preocupación, eran las tres de la madrugada y el no había podido pegar un ojo en toda la noche, se sentía nervioso: pensó en tomar un calmante pero a él no le gustaban esas cosas, bebió un vaso con agua para tratar de dormir pero eso tampoco ayudó.

Se sentó suavemente en la cama tratando de no despertar a Raquel, ya que ella dormía plácidamente en el lado derecho de la cama, sonrió al verla dormida, no podía creer que estaba ahí, y aun mas no podía creer que ella hubiera decidido formar parte de la banda y eso aumentaba su inquietud; se acomodó al lado de ella con cuidado y cerró los ojos tratando de dormir, pero le fue imposible, daba vueltas en la cama y era aún más su preocupación cuando veía a Raquel y entonces supo que todo se debía a ella.

No era que no quisiera que ella estuviera con él, claro que sí, era lo que más amaba, tenerla a ella a su lado en cada momento, compartir con ella las 24 horas del día y aun mas, armar el plan junto con ella y la banda era increíble, pero le preocupaba, mejor dicho lo hacía sentir enfermo la idea de ponerla a ella en riesgo, de que algo le fuera a pasar y todo porque él la había involucrado en su plan de salvar a Rio.

Muchas preguntas y dudas corrieron por su mente: ¿y si le pasa algo? ¿Qué le diría a Paula y a su madre? ¿Cómo podría el seguir viviendo si la perdía? ¿Qué haría si los cogían? En su mente, Sergio no concebía esa idea, la idea de Raquel presa y mucho menos muerta. Y entonces tomó una decisión; ella no iría.

Raquel sintió que Sergio no dormía, que daba vueltas en la cama y que algo le preocupaba, pensó que pronto le pasaría y lo dejo, sin embargo ya había pasado mucho tiempo, así que decidió despertar y averiguar que sucedía con él.

-Cariño, ¿Qué te pasa? ¿No puedes dormir?

-Lo siento por despertarte Raquel no era mi intensión, vuelve a dormir –respondió Sergio acariciando su mejilla; pero Raquel hizo caso omiso a sus palabras.

-¿Qué tienes Sergio?, sé que algo te preocupa y no voy a parar de insistir hasta que me lo digas –dijo Raquel sentándose en la cama y quedar de frente con él.

-Nada, no es nada –contestó Sergio un tanto alterado por el cuestionamiento de ella.

-A ver, dijo Raquel –o me dices que pasa o nadie vuelve a dormir y mira que mañana tenemos clase sobre el plan de entrada y necesitamos estar bien despiertos.

-Está bien, Raquel, te lo diré porque no quiero seguir con esta angustia, y necesito que entiendas que esto lo hago porque te quiero demasiado y no soportaría la idea de perderte.

-Sergio, me estas asustando –dijo Raquel levantándose de la cama al mismo tiempo que él lo hacía, le tomo las manos y sintió que él estaba temblando y helado.

-Acabo de tomar esta decisión Raquel y no lo vamos a discutir…no quiero que vengas conmigo, no quiero que te involucres más en el plan, volverás a Mindanao con tu hija y ahí me esperaras –dijo Sergio a la vez que volvía a acariciar la mejilla de Raquel.

-¿Qué coños estas diciendo Sergio? –preguntó Raquel asombrada y un poco alterada, alejándose un poco de él.

-Que no quiero que formes parte del plan, no quiero que estés aquí y no quiero involucrarte más, habló Sergio con la voz un poco más alzada.

-Me estas jodiendo!-grito Raquel, esa decisión no es tuya, estoy aquí porque quiero y no vas a ser tú el que me diga que hacer o no, tu no vas a tomar ninguna decisión sin mi permiso porque sobre mí solo mando yo!

-No vamos a discutir esto Raquel, así que por favor no alces la voz que los demás nos pueden escuchar –respondió Sergio tratando de mantener la calma.

No quiero que vengasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora