Pov Johnny
–Oye, oye; espera un segundo; ¿Qué demonios acabas de decir? ¿Acaso te has vuelto loco?–
Trate de hacerlo de todas las maneras posibles guardar mi emoción delante de Ten; no quería que ninguno de ellos supieran que me animaba, solo un poco, la idea...
–Ni hablar hermanito; solo estoy viendo desde el punto de bienestar del presente y sus hijos; no podemos darle un casa o departamento en este instante, pero podría conseguir algo durante los próximos meses; solo nesecito algo de tiempo. Mientras tanto, Ten debe vivir el un lugar seguro y con todo lo que necesite–
Sus ojos se posaron en el menor y luego volvieron a interferir con los mios
–Y que mejor que la casa Seo– mi hermano se veia tan sereno como si lo que el acababa de decir fuera más que una simple prestación
–Lo siento– la voz suave del pelinegro se hizo presente – pero por ningún motivo viviré en la misma casa que el doctor Seo; ustedes ya hicieron mucho por mí y por mi primo– empezo a jugar con sus dedos...tierno –y creo que es mejor dejarlo como esta–
El rostro de Ten se veía algo consternado por la idea, tal vez hasta asustado; pero no lo culpaba, bueno...eso creo...
–Lamento esto señorito Leechaiyapornkul; pero debe de hacer caso a las declaraciones que se estiman en este contrato de confidencialidad, si no, no serán viables las demás clausulas–
–¿Me están diciendo que por culpa de este hospital de cuarta, mi Ten tendrá que vivir en la misma casa que el causante?–
Hasta ese momento, Taeyong solo había hablado un poco, y podría decir que tiene una personalidad calmada; pero ahora mismo, su endemoniados ojos negros me hacian sentir lo contrario
–T-técnicamente si, p-pero es solo para la beneficencia del señorito Leechaiyapornkul; digo, ¿Qué doncel quiere ser padre soltero y sin hogar? Digo, eso sería repugnante para la sociedad–
Metiste la pata, Yuta
–¿R-repugnante?– los ojos de Ten se volvieron cristalinos
–Para tu información, todo este contratito tuyo es solo para que el bonito hospital de tu hermano no termine en la bancarrota; ¿De quién crees que es la culpa por terminar envuelto en disparates? ¡¿De quién?!– oh oh.. –¡Responde!– Taeyong estaba rojo de ira, y eso era comprensible; ¿Quién en su sano juicio le diría esas cosas a un chico que ni siquiera conoce?
–S-siento que te hayas ofendido,cariño; pero debes de saber que todo esto beneficiara al señorito Chittaphon, n-no veo porque la molestia–
Lo lamento Yuta, de esta no te salvas
–Se acabo– exclamo el chico,quitandose una banda de la cabeza, que por cierto no me habia daod cuenta que llevaba – Ten, ponte esto sobre los ojos y tapa bien tus oídos; no quiero que vivas de nuevo esta experiencia– vi como el pelinegro asentía con algo de temor; tapo sus ojos y oídos tal y como le había dicho Taeyong, mientras tarareaba un nana muy dulce– Ahora, sí, prepárate Nakamoto; que cuando termine tendrás utilizar moldes para volver a unir tus hueso–
El tronido de sus dedos me decía que debía salir de ahí; sin embargo, también queria ver como mi hermano sufría de sus errores en manos de un doncel..
Que seamos hermanos no significa que lo quiera demasiado, ¿o sí?
–Amm...hermanito, ¿Crees que podrías ayudarme aquí?– note inmediatamente el miedo de Yuta; estaba asustado, y mucho
–Ni lo sueñes, Yuta; yo aun quiero seguir viviendo–
–Gracias, doctor Seo– Exclamo el rubio, dondome una sonrisa de complicidad– Espero que te guste la comida del hospital–