" Argie . . " [ ☆ﾟ.*･｡ᴘᴀᴜꜱᴀᴅᴀ☆ﾟ.*･｡ﾟ ]

XIII

— 7 días . . . —  El Argentino estaba en su oficina intentando arreglar algunos asuntos de la próxima asunción, cubrió su rostro con ambas manos en señal de cansancio, no había logrado dormir estos últimos días y su aspecto no era el mejor que digamos, tampoco su humor.

— ¿ Weon ? — Esa voz. . . Giro rápidamente encontrándose con su vecino apoyado en el marco de la puerta, lo miraba extrañado pero con una sonrisa. El Albiceleste se levantó de su lugar y fue a abrazarlo.

— Boludo. . — Se acomodo en el pecho del 'Mayor', este solo se dedicaba a acariciar la cabeza del bicolor. Cuando se separaron ambos se dedicaron una tierna sonrisa, hubieran seguido así de no ser por la mascota del Argento, está no paraba de ladrar y gruñir le al chileno.

— Cristina basta, ¡anda a la cucha! — Ordenó a su antigua y nueva perrita, está era muy celosa y sobreprotectora con respecto a él Albiceleste, no quería que nadie se le acercara, por eso muchos países amigos del bicolor tenían miedo de aquella Rottweiler. A tal punto que no lo visitaban por miedo a que esa perra les haga algo, a ellos o a sus propias mascotas.

— Por la chucha weon,¿ No te habías desecho de esta weona ? — Comento el chileno mientras miraba como el menor trataba de sacarla por la puerta pero está se negaba.

— Ponele que si pero no sé cómo mierda volvió, al menos ahora avisa antes de morder  — El tricolor rio ante lo dicho por el Argento, la verdad tenía razón, nunca se iba a olvidar esa vez que el y México querian hacerle una broma al bicolor y no se dieron cuenta de la presencia de la mascota, en resumen todo termino con ambos en el hospital con mordidas y un Argentino puteandolos por ser tan pelotudos.

— Y eso, aunque el se niegue a renunciar, tendrá que hacerlo. . Mi pueblo no cederá, pero cada día que pasa aparece esto. — El tricolor doblo la manga de su camisa dejando expuesto su brazo, el cual parecía que se estaba agrietando.

— Y POR QUE MIERDA NO ME AVISASTE  QUE ESTABAS ASI PEDAZO DE MOGOLICO? ! — Está reacción sorprendió y asusto al chileno que solo miraba al Argento confundido por sus palabras, ¿Realmente le importaba?.

— No quería preocuparte po' , además tú tienes weas más importantes de que ocuparte .  . — Miro cabizbajo.

— ¿ De dónde sacas tantas pelotudeces para decir ?  —  El Argento se levantó de asiento, su acción fue repetida por su contrario. El portador de sol se acercaba a pasos lentos pero certeros hacía el de estrella,el cual retrocedía hasta que fue detenido al chocar con la pared, al tenerlo cerca como quería sus rostros fueron acortando la distancia, sus respiraciones chocando una con la otra, el chileno sabía lo que iba a suceder. Sin embargo, lo traicionó su confianza, el Argento solo le dió un suave y pequeño beso en la mejilla.

— Se que no nos vemos siempre, pero vos me importas un montón y si algo te pasa yo no sabría que hacer, así que deja de decir eso . . — Termino de formular la oración y se hundió en los brazos del otro con cariño, fue  correspondido por ambas partes.

Así pasaron las horas y nuestro Argento había invitado al Tricolor a dormir, el cual se hizo rogar hasta que decidio quedarse excusando que ya era tarde para irse. (patrañas.jpg)

Ahora ambos estaban en la cocina haciendo la cena, está consistía en milanesas ( Las cuáles cocinaba el Argento) y la ensalada que estaba haciendo el Chileno, ya una vez terminaron se sentaron y comieron hablando temas triviales, su economía, México, Bolivia sin mar,ect.

Llegó la hora de dormir.

Una fuerte tormenta eléctrica se hizo presente en la ciudad de Buenos Aires.

Los dejo con la intriga asies
Besitos en la cola 

— L̶a̶M̶e̶r̶l̶y̶x̶D̶