seventeen ||Joerick||

♘

—Erick. —se escuchó al otro lado de la puerta.

—¿s-sí?

—oye ¿estás bien?

—sí, todo bien. —respondió aún sin abrir la puerta.

—ah, bien eh, te quería decir que prepararé algo para la comida ¿Quieres venir?

—claro, bajo en un momento.

—de acuerdo. —dijo y se escucharon los caros zapatos de Joel como azotaban el piso mientras se retiraba.

Erick acomodó su pantalón, su cinturón, se lavo las manos y espero un poco a regular su respiración.

Una vez se calmó, fue a la cocina con Joel.

—hola. —dijo sentándose en uno de los bancos altos de la barra.

—hola. —respondió Joel. —creo que tardaré un poco, no tengo idea de dónde están las cosas de tu cosina.

—ni yo, desde que Petra renunció, no había comido nada hecho en casa.

—¿Trataron de conseguir a alguien más que les ayude?

—sí, mamá se encargó, pero como se la pasa viajando, no ha podido hablar bien con la señora.

—tu mamá es una mujer muy ocupada ¿Cierto?

—lo es, a veces quisiera que no trabajará tanto, extraño estar con ella, pero no puedo hacer nada al respecto.

—te entiendo perfectamente, Erick. —respondió tomando las manos de él, delicadamente.

Se sorprendió ante el tacto de Joel, sus manos eran muy suaves.

Erick sonrió y casi a fuerza retiro sus manos de las de Joel.

—podemos encargar algo para comer, no tienes que preparar.

—bien ¿Qué se te antoja?

—¿Comida china?

—perfecto, ahora vengo bonito, usaré el teléfono.

—s-sí, claro, úsalo.

Joel caminó hasta la sala en busca del teléfono para encargar la comida, una vez se contacto con la señora del restaurante, pidió lo que quería, dió la dirección y agradeció a la señora.

Volvió a la cocina con Erick y le sonrió al verlo.

—y ¿por qué no tienes pareja, Erick? Eres un joven muy apuesto.

—gracias, Joel, pero no me ha interesado nadie, todavía.

—ya veo.

—¿y tú tienes pareja? —preguntó el ojiverde con interés.

—no, yo... No. Estuve casado, pero me divorcie.

—¡ho! Lo siento.

—no, está bien.

—¿ves a tu ex esposa seguido?

—no, ya no nos vemos, como no tuvimos hijos, no le tengo que dar la mitad de mi sueldo. —bromeó. —entonces nos dejamos de ver.

Erick rió y se levantó para ir por un poco de agua, cuando tomó el vaso de cristal de la alacena, su anillo plano de plata cayó al piso.

Se agachó para recogerlo, pero Joel también lo hizo, haciendo que por un segundo, sus rostros estuvieran a centímetros de chocar.

Bebés, comenten por fi, es muy importante para mi :))) Lxs amo ❤️.