Cerca de ti

1.- "Llegarás tarde"

Joseph, si, así me llamo, mis amigos me dicen “Joe” tengo 19 años.
Quiero contar algo que me sucedió cuando sólo tenía 17 años y si, ya sé que estás pensando… y diste en el blanco, mi historia es sobre una chica, amor y tonterías de ese tipo.
“Tonterías” quizá no es la palabra adecuada porque son las cosas más sinceras y profundas que he vivido, pero lo dejaré en tonterías para parecer un poco rudo.
Lo contaré en primera persona porque me encanta la idea de volver a sentir que estoy justo en ese momento…

Sentí como la luz cruzaba mis parpados, la mañana había llegado… ¿Qué cómo lo sé? Bueno, los gritos de mi madre pueden ser una señal… “¡Es el primer día de escuela!” “¡Llegaras tarde!” “¡Báñate!” “¡El desayuno está servido!” “¡Siempre es lo mismo contigo!” “¡Te odio!”
Lo último no estoy seguro si lo gritó, pero estaba tan enojada que creí escuchar eso.

Otro día más que me despierto con ganas de dormirme de nuevo, pero hoy tengo el presentimiento de que algo bueno va a suceder, quizá gane la lotería, quizá camino a la escuela no me caiga de la patineta por una piedrita salvaje que aparezca de la nada y trabe una llanta, o quizá encuentre el amor…. Esperen ¿Qué estoy diciendo? Debo enfocarme en mis estudios, mi padre ha dicho que las mujeres a mi edad no dejan nada bueno y sólo me desviaran de mis objetivos y que para triunfar en el amor primero tengo que triunfar en mi mismo, no sé que quiere decir con eso pero suena motivador.
Para bañarme no tuve que desvestirme, no tenía nada encima, el verano se estaba despidiendo con mucha fuerza, desearía dormir en una cama de hielos pero no es posible así que desnudo era la mejor opción.
Mientras me daba la ducha más veloz de la historia, los pensamientos atacaron mi mente… ¿Realmente las mujeres son tan malas? Bueno, he estado cerca de muchas en el colegio pero soy tan tímido que no le hablo ni a las maestras, aunque realmente no parecen malas, incluso me parecen simpáticas, hasta mi mamá a veces es simpática, igual me parecen atractivas ¿Y a quién no?...
- “¿¡Ya o todavía no!?” –Gritó mi madre con tanta fuerza que quizá todos los chicos de la calle la escucharon y pensaron que eran sus propias madres.
- ¡Ya voy, me estoy rasurando! –Contesté, realmente no tengo barba pero quería sonar como un adulto.

Alisté mi mochila, me puse los tenis de siempre, ropa interior ajustada para dejar todo en su lugar, pantalones pegados y flexibles para mayor comodidad, una playera sin nada especial, una sudadera, mi gorra vieja y decolorada que si no fuera mía creería que viven millones de piojos en ella, pero sirve para sostener mi cabello pues es largo y es un desastre.
Bajé a la cocina, mi padre estaba apurado bebiendo su café y devorando su emparedado huevo y jamón a toda velocidad, se le había hecho tarde igual que a mi, él siempre viste de traje, es un hombre de negocios y trabaja en una empresa de autos, algún día quisiera verme igual de bien con un traje.
Lo imité y comencé a comer mi emparedado y a beber mi jugo de naranja (El café lo dejo para ocasiones especiales) Mi madre estaba sentada viendo el televisor, no presté atención de que canal veía, pero juzgando por las voces llenas de miel que se escuchaban, quizá veía alguna película de amor.

Mi padre terminó, tomó su portafolio y corrió hacia la puerta, antes de cruzarla se giró y me observó.
- No es malo tener amigas, pero sólo eso, amigas…
Dio la vuelta y salió disparado al carro, era un audi, color negro mate, ese carro impresionaba a mis amigos, pero a mi me daba igual, nunca me han llamado mucho la atención los autos.

Son las 7:40 am y entro a las 8, creo que debo volar para llegar a tiempo, tomé mis llaves y mi patineta que estaba a lado de la puerta de salida.

- Mamá, son las 7:40 am, si sigues viendo cursilerías se te va a hacer tarde también a ti,
Ella trabajaba en bienes raíces, era muy buena en las ventas.
- No son cursilerías, es mi película favorita pero tienes razón, ya es tarde, tengo que apurarme para pasar por Debby, suerte en tu primer día -
Debby es la mejor amiga de mi mamá, divorciada y sin hijos, es una excelente persona.
- No es mi primer día, no es como si fuera nuevo en el colegio, sólo es un nuevo año de preparatoria, pero bueno… Nos vemos en la noche. –Le dije y salí de casa volando ( En teoría no, pues aún no existen las patinetas voladoras) pero si iba muy deprisa…

La preparatoria está como a 4 kilómetros, si no ocurre nada raro con piedritas asesinas llegaré justo a tiempo.