Amanecer Estremecedor

20 1 0
                                    

La cinta policial se extendía por todo el terreno rodeando árboles y maleza a su paso, varios investigadores se movían de un lado a otro, algunos con cámaras en mano mientras otros tomaban apuntes de diversas cosas a su alrededor.
En un rincón un tanto apartado del resto sobre una roca se encontraba un joven que no sobrepasaba los 30 años de edad, lucía una gabardina negra combinado con unos pantalones de tela del mismo color, calzaba unos zapatos negros bien lustrados y que resplandecían al contacto con el sol. Parecía sumergido en sus pensamientos ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor, parecía estar analizando algo desconocido encontrado sobre aquella roca.
-Oye Jonathan, ¿Qué haces? Ven acá- Un tipo vestido con una gabardina color marrón y una bufanda beige que envolvía su enorme cuello se acercó demostrando toda aquella autoridad con la que contaba, envolviendo aquella enorme barriga llevaba una camisa blanca de manga larga, pantalones marrones, y zapatos negros bien lustrados.
A Jonathan no le agradaba nada que le dijeran que debía hacer cuando se trataba de un caso tan peculiar en el que la mayoría de veces terminaba resolviendo siguiendo su instinto de investigador, revisando las zonas que los demás investigadores pasaban por alto o simplemente no creían necesario revisar; sin embargo el mismo había tenido que aceptar trabajar en ese caso bajo las órdenes del Agente especial Nants puesto que no le quedaba más opción. Se levantó despacio, dejó de lado lo que estaba observando y se acercó aquel cuerpo, cualquiera que fuera nuevo en todo eso vomitaría con tan solo presenciar una escena tan estremecedora, pero Jonathan llevaba ya diez años sirviendo como oficial de la ley y en más de una ocasión se tuvo que ver envuelto en un escenario parecido.
Sobre una formación de rocas descansaba una clase de piedra plana sobre la cual se había llevado a cabo la ejecución del crimen. Un chico de entre dieciocho y veinte años yacía sobre aquella roca, tal parecía que aquello había sido alguna clase de sacrificio o ritual extraño, varios utensilios elaborados con piedra caliza y manchados de sangre se encontraban al lado de dicho cadáver, todo apuntaba a que en su momento habrían sido utilizados en dicho ritual. La persona ahora muerta había sido amarrada por el pecho con una gruesa cuerda, ambos brazos habían sido cortados y ambas piernas presentaban un leve corte en la parte superior interna donde se supone deberían encontrarse la vena y la arteria femoral. Su pecho se encontraba abierto por la mitad hasta llegar a la parte baja del abdomen, de donde habían sido extraídos el hígado y el estómago el cual había sido arrancado llevándose parte del intestino y del esófago. Su cabeza se encontraba inclinada hacia atrás dejando al descubierto su cuello el cual había sido rebanado con un objeto filoso y punzocortante.
-No es un ritual común, eso es obvio- Determinó Jonathan después de varios segundos de silencio- Tal parece que extrajeron sus órganos pero lo único que no fue tocado es el corazón.
-A lo mejor fingieron un ritual para robar sus órganos y despistar a la policía- Respondió un tanto dudoso el Agente Nants. Después de todo era la forma más lógica de explicar aquello, la mayoría de los rituales o sacrificios involucraban el corazón.
-Aun así, no tiene sentido el cortarle el cuello a un cadáver ni mucho menos matar a alguien antes de ser sacrificado- Respondió Jonathan; lo cierto es que aquello lo intrigaba mucho, no conocía ningún caso parecido entre los archivos de la policía que describiera algo similar a aquello.
-Tendremos que esperar a que se haga la autopsia para determinar si el corte del cuello fue post mortem- Finalizo con resignación Nants.
Jonathan se acercó al cuerpo y lo analizó con ojo crítico, tras varios segundos de revisar se alzó y se dirigió a un joven oficial que sostenía una cámara en sus manos:
-Jimmy, ¿Podrías traer eso acá por favor?, necesito que captures esto.
El chico respondió con asentimiento de cabeza, se acercó y fotografió la zona indicada por Jonathan al tiempo que este extraía de su bolsillo una grabadora, presionó el botón y comenzó a decir:
-El cuello de la víctima posee un corte horizontal profundo, la sangre debió haber descendido por las rocas hasta llegar al suelo, sin embargo la sangre no parece haber recorrido dicho camino, en su lugar; parece haber solamente unas cuantas salpicaduras sobre la piedra, me lleva a pensar que la sangre fue recogida por algún tipo de objeto, también alrededor del cuerpo se encuentran distintos objetos hechos de piedra donde hubo sangre, lo que me lleva a creer que dicha sangre salida del cuello de la víctima fue echada dentro de alguno de los utensilios-.
Jonathan se guardó la grabadora en uno de sus bolsillos y siguió caminando esperando encontrar algo más  que les ayudara a resolver el caso.
Tras varias horas de revisión se determinó que ya no había nada más que recoger en aquel lugar, se recogieron todas las evidencias referentes al caso y se envió el cuerpo al forense para poder realizar la autopsia necesaria esperando poder encontrar algún indicio que los guiara hacia el o los responsables de dicho crimen.

El reloj marcaba las 11:08 pm, Silvestry Dorian se encontraba de pie al lado de una camilla, dentro de aquella habitación reinaba el frío y el silencio, sus cansados ojos rodeados por grandes arrugas y ojeras  que denotaban el cansancio en su rostro se escondían tras unas pequeñas gafas de cristal en forma de circunferencia. El trabajo demostraba ser ya agotador para él y sin embargo ahí se encontraba, analizando el cuerpo del que horas atrás fue un muchacho formidable y con buena condición física.
Cogió una grabadora que se encontraba en su bolsillo y comenzó con su trabajo- “Hora de muerte, 4:35 pm aproximadamente, mutilación de ambos brazos, el patrón que sigue el corte de la carne indica que fueron arrancados, en pocas palabras, desmembramiento; la vena femoral fue cortada con un objeto filoso desconocido, sigue sin conocerse el motivo para hacer dicha fisura en ambas piernas. Seguimos con el cuello, los análisis realizados en el laboratorio apuntan a que el corte realizado en el cuello se llevó a cabo segundos después de su muerte, cualesquiera que fueran los motivos del asesinato, necesitaban cortar el cuello de la víctima o en su defecto la sangre que brotara de él. Lo interesante viene de uno de los objetos encontrados en la escena del crimen, parece ser una clase de recipiente profundo hecho de piedra para contener alguna clase de líquido, este objeto parecía tener rastros de sangre, en su momento alguien colocó la sangre de la víctima dentro del recipiente, lo curioso es que dicho recipiente contenía la marca de dos clases distintas de labios…-Se mantuvo en silencio durante algunos segundos, luego finalizó-…sonará loco pero al parecer alguien bebió la sangre dentro de él.
Seguido de esto tenemos el torso, fue abierto con alguna clase de cuchillo muy filoso, quien lo haya cortado debió ser muy preciso ya que el corte fue realizado con exactitud para extraer dos de los órganos internos, tanto el hígado como el estómago fueron extraídos, aunque debo recalcar que no fue con el mismo cuidado con el que se realizó el corte. Otra cosa interesante es que hay restos de algún tipo de roca extraña esparcidos alrededor del corazón”.
-Oye Ben, ahora vuelvo, iré a dejar esto al laboratorio para que lo analicen, no me tardo- Un chico que se encontraba sentado a unos cuantos pasos de donde él estaba hizo un ademan con la mano para restarle importancia a lo dicho por Silvestry. Dicho joven se encontraba leyendo el periódico tranquilamente, a su lado sobre una mesita descansaba una taza de café y junto a ella un plato con espagueti caliente. Ben esperaba paciente a que su comida se enfriara un poco para poder devorarla. El Dr. Dorian salió de la habitación en silencio rumbo al laboratorio.
Quince minutos habían transcurrido desde su salida; cuando Dorian volvió del laboratorio con los resultados en su mano se encontró con la habitación a oscuras, la única luz que alumbraba la enorme habitación era la lámpara que reposaba en la mesita donde la comida de Ben se encontraba. No lograba distinguir nada, lo único que veía era la silueta de Ben mientras este devoraba su preciado espagueti. Al ver más detenidamente logró percatarse de algo inusual, el cadáver que minutos se había encontrado analizando ya no estaba.
-¡Oye Ben!, ¿Dónde está mi cadáver?, ¿A dónde se lo han llevado?, ¡Te estoy hablando maldita sea!- Preguntó en un tono bastante alterado y con un ápice de rabia.
-El espagueti esta delicioso, el mentado Ben es muy considerado, aunque; después de todo ni siquiera necesito un estómago- Una media sonrisa cruzó su rostro mientras decía estas palabras en un tono malicioso.
El Dr. Dorian se percató de inmediato que aquella voz no pertenecía a Ben, su ritmo cardiaco comenzó a elevarse, se quedó en silencio esperando descubrir a que venía aquella broma de mal gusto, guardaba la esperanza de que quizás habían trasladado el cadáver a otro lugar y no le habían informado de dicho suceso, tendría sentido del porque se encontraba allí aquel extraño sujeto. Agudizó la vista, sus ojos se centraron en el extraño; de pronto sus ojos se abrieron como platos, sus ojos amenazaron con salir disparados de aquellas cuencas, no podía creerlo. Frente a él se encontraba en perfecto estado el chico que minutos antes había sido el occiso que yacía mutilado sobre aquella camilla. Desvió un poco la mirada y logró distinguir un par de piernas y zapatos que sobresalían de detrás de la camilla, definitivamente Ben se encontraba indispuesto y posiblemente muerto, tirado en aquel duro y frío piso.
Su vista comenzó a nublarse, la poca luz que iluminaba el lugar comenzó a disiparse frente a él, sintió sus piernas flaquear, y pronto se vio camino hacia el duro piso de concreto, el aire comenzó a faltarle, pronto todo se volvió tinieblas y sus ojos se cerraron para no volver a abrirse nunca más.

Helsing SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora