Historias Paralelas

Tormento y buenas noticias

-Sophy, Amor donde estas? – pregunto el como si fuera un niño.

-Erick estoy en la cocina – le dijo ella.

>Erick se levantó de la cama y fue hasta donde se encontraba su mujer, se le acercó y le dio un beso en la frente mientras se servía una taza de café.

- debemos hablar – dijo Sophy muy seria.

- que paso ahora? ¿Adivino no estas feliz en Corea? – dijo el con algo de sarcasmo.

- no es eso Erick, mira tú camisa – dijo ella fastidiada.

>Erick no se había dado cuenta que su camisa estaba con marcas de labial y que olía a perfume de mujer, y no era precisamente el de su esposa.

- Amor, recuerdas que te dije que iría a cenar con el cliente, pues después de cenar el insistió en in a un club a celebrar el cierre del contrato y pues estábamos bebiendo cuando de repente el llamo a unas chicas, pero no pasó nada – dijo Erick como si fuera solo un malentendido.

- si no pasó nada porque tu camisa esta manchada, porque hueles a mujerzuela barata y porque llegaste a las 5 de la mañana? – le reclamo su esposa.

- Lo siento, así es como se cierran tratos aquí en Corea - dijo él.

- Que?, esa no es una excusa, ¿estás aceptando que dormiste con prostitutas solo para cerrar un negocio? - Sophia más que molesta esta sorprendida.

- Sophia, ves esta casa, ves la vida que llevas, pues es porque yo me parto el lomo para darte todo y si para cerrar un contrato millonario debo dormir con mujerzuelas pues tengo que hacerlo! – le dijo él en tono de reclamo.

- pues bien, para que no te tengas que sacrificar tanto creo que debo empezar a trabajar y ser responsable de mi vida, porque yo siempre lo fui, te recuerdo que deje de trabajar porque tú me lo pediste!, ¡yo nunca te dije que me debías mantener ni que te partas el lomo por mí! - dijo Sophia molesta.

> Erick le dio una bofetada tras otra, esta vez no se detuvo, parecía que sabía muy bien lo que hacía, cuando Sophy dejo de grita él se detuvo< - debes aprender cuál es tu lugar, en esta casa soy yo el que manda, tu papel de mujer independiente lo puedes ir guardando, eres una malagradecida nunca valoras nada de lo que hago por ti!

>Sophia se levantó del suelo como pudo, camino tambaleándose hasta la habitación, no había notado que la nariz le sangraba solo cerro con llave la puerta y a pesar del dolor que sentía decidió llamar a la policía, trato de explicarles lo que había sucedido, pero no lograban entenderla, ya que el llanto y el hecho de no entender lo que le decían al otro lado del teléfono la termino aturdiendo más, ni siquiera recordaba la dirección de la casa en la que se encontraba viviendo – maldijo para si misma! – la barrera del idioma le estaba jugando encontrar, las lágrimas no tardaron en hacer su aparición, lloro en silencio todo su furia y frustración hasta que se quedó dormida.

Dos horas más tarde se levantó, fue directo al baño, se miró con temor ante el espejo, quería comprobar que tan mal se vería su rostro, pero para la buena suerte de Erick apenas se notaban enrojecidos sus pómulos. ¿Como salir a denunciar a un infeliz por violencia doméstica, si no había ninguna marca?, era como si él supiera exactamente dónde y como golpearla para no dejar huellas, tampoco podía llamar a Silvia, sentía mucha vergüenza, como decirle que su esposo la golpeaba. Tomo un baño, se cambió de ropa y salió de la habitación con su bolso, no sabía muy bien que haría, pero no podía seguir ahí.

-Voy a salir - dijo asustada, no sabía porque, pero comenzó a temerle aquel hombre, nunca le habían pegado en su vida y sentía que esto era una pesadilla.