Las clases habían terminado, iba caminando de regreso a casa, el sol estaba por ocultarse, me había tocado hacer limpieza hoy.
Las calles estaban un poco solitarias, lo cuál, me causaba cierto temor al andar, sentí a alguien venir hacía mí y comenzé a correr con nerviosismo, volteé y un sujeto venía tras de mí, entonces corrí más de prisa.
Después no sé que sucedió... todo se torno oscuro ante mí, no se cuánto tiempo pasó, sentí un dolor intenso en mi cabeza, pasé mi mano derecha por mi cabello, estaba húmeda y roja... la sangre me escurría por la frente, me empezé a marear y a ver borroso..
«la oscuridad comenzó a apoderarse de mi entorno.. lo último que logré divisar fue cristal moviendose con el viento...»
* * *
Desperté de golpe.. no recordaba como rayos había vuelto a casa, toqué mi cabeza por reflejo al recordar la sangre pero no había nada, es más... no me dolía.
Bajé al comedor, mi madre estaba sentada, recibiendo su desayuno, me sonrió y saludó con su habitual «buenos días, querida» me senté en la silla que seguía a ella...
-Buenos días, madre. ¿Cómo has amanecido?
-Bien, querida. Y tú... ¿te sientes mejor?
-Mas o menos... madre, ¿cómo volví anoche a casa?... no puedo recordarlo.
Mamá se asustó un poco, pero después sonrió..
-Tu amiga te trajo, dice que te desmayaste cuando venían caminando de regreso a casa.
¿Amiga? WTF! Yo era más asocial que una anémona... no me llevaba con nadie y menos mujeres. Solo Ian estaba conmigo, porque yo le gustaba... las palabras de mamá resonaron en mi cabeza «Cuándo venían de regreso a casa»...
* * *
Caminaba hacía la escuela, Ian me iba siguiendo cómo siempre.. pero no podía saber si aquello había sido real, o un sueño muy raro.
Llegué a la escuela, pasé una mañana normal, bueno casi...
-Bien chicos, el descanso terminó, guarden todos sus alimentos si no quieren ser merecedores de un castigo -dijo enérgicamente Frank, nuestro profesor de música.. se aclaró la garganta para hacer callar a los parlanchines y sonrió-
Chicos, es un placer presentarles a una nueva compañera...
La puerta del salón se abrió, entró una chica, refinada y cordial a simple vista. Su cabello era casi blanco con partes plateadas, piel sonrosada, labios rosas, ojos rosas (?), alta y bien proporcionada..
Escribió Himemiya Nyaru en la pizarra... un nombre bien raro fué lo primero que pensé. Ella no dijo nada, se sentó justo a un lado de Ian, yo me sentaba atrás de él.
La chica nueva era hermosa pero no me involucraría con ella, las personas solo lastiman...
Antes de salir, me entregaron un papel... «te espero en el cerezo del instituto» … salí tranquilamente y caminé hacía donde sea quien fuere me esperaba..
* * *
Bajo aquel imponente árbol de Cerezo, se hallaba una figura delgada y delicada, era... Himemiya-san.
«terminaré esto rápido, la rechazaré de lo que sea que quiera... debo llegar temprano a casa»
Me acerqué, ella volvió su cabeza y sonrió, le delvolví mi típica gélida expresión.
-A que debo esta invitación chica nueva -mi voz era fría-
-Yei... Llámame Nyaru, y tranquila. Solo quería asegurarme que estás bien. Lo de ayer fué inesperado... debí estar alerta, perdona.
«lo de ayer...» ¿Ella sabe algo sobre lo de anoche?
-Tú sabes que demonios pasó anoche después de la escuela... pero recien llegaste.. ¿cuáles son tus intenciones conmigo? -ella me daba escalofríos, había algo sobrenatural en su aura-
-Soy tu guardiana, he estado junto a tí desde que naciste. Y te cuidaré siempre.
WTF! Está loca... Por Lenna, me topé con una demente...
-No estoy loca... esa es la verdad. Quería conocerte y convivir contigo.
Coincidencia que sepa lo que pensé... me da mala espina esta chica... no sé porque..
-Déjame en paz, no te me acerques. -me di la vuelta alejandome lentamente-
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Holi :3 Es mi primera historia, espero os guste.
Espero sus comentarios de que les pareció este comienzo...
Vale chavales, disfruten x3
