Dos chicas que compiten por el reinado del baile de su instituto, piensan que no podrían tener nada en común pero terminan llevándose mejor de lo que pensaban.
Agh, odio venir aquí, es insoportable. -piensa la pelirroja-.
Por la puerta entra Maddie, con prisa, ya que la clase tenía minutos de haber empezado.
- Disculpen -en la puerta- ¿puedo pasar? - Tarde, de nuevo, Ziegler. -exclamo la profesora. - Lo sé, pero mi mamá ha tenido problemas y... -la interrumpen- - Como sea, tome asiento y que no vuelva a suceder.
- Así será. -toma asiento junto a la pelirroja- Hey, hola. - Hola Mads, ¿otra vez tarde tu? - Eso parece, agh, estoy harta del auto de mamá, esta súper malo. - Tendrás que viajar en el autobús, ja. -rie- - Ni se te ocurra, odio eso con mi vida. -exclama exaltada, rien juntas-
Al pasar las clases, llega la deseada hora del almuerzo, ahí se reencontrarián con Noah.
-Llega Noah- - ¡Hola chicas! ¿ya vieron el anuncio del reinado de este año? - ¿Reinado? Me sorprende que hagan eso aún. -Dijo Ziegler- - Hey, que cool. Una de las cosas que siempre soñé de niña fue ser la reina en la secundaria, toda una soñadora. -dijo Sadie- - Espera, espera. Deberías postularte, estas a la altura y además eres muy linda. -dijo Noah- - Gracias Noah, pero ¿contra quién competiría? ¿Millie Brown? Esa chica tiene demasiado poder acá. -dijo la pelirroja- - Ay, Sadie recuerda lo que dijiste al inicio del año, "que te ibas a arriesgar a hacer cosas nuevas, sin importar qué", -citó Maddie- - No lo sé, tengo que pensarlo, me pone nerviosa también el rechazo -rie- - Callate, a ti todos te quieren, menos yo. -rie Noah y las chicas-
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