The Old Witch.

The Old Witch (Español)

"Cuenta la leyenda que en los páramos de una montaña vivía una vieja bruja que se decía que tenía más de mil años. Contaban que esa bruja poseía poderes oscuros capaces de manipular a las personas y convertirlas en sus esclavas por toda la vida. Cuenta la leyenda que la bruja estaba tan resentida de su antigua vida que disfrutaba de asesinar a los humanos".

La pequeña niña llamada Sofía recordó por última vez la antigua y más famosa leyenda de la montaña, pero aun así sabía que la vieja bruja no era la única en esa montaña.

Recordó las palabras que el sacerdote del pueblo decía, "La montaña esta maldita. Llena de espíritus y criaturas vengadoras que buscan matar y aprovecharse de los humanos. La bruja no es el único monstruo que habita allí."

Suspiró y antes de poder hacer otra cosa, un zorro salió de la montaña huyendo estruendosamente, y Sofía se preguntó por qué el zorro estaba tan asustado y volteo a ver la montaña de nuevo, empezó a dudar de que tal vez no debería entrar allí. Pero al tener esa idea en la cabeza, La imagen su madre enferma vino a su mente y se obligó a desechar esos pensamientos y continuar con su búsqueda de la planta de curaría a su madre y a los aldeanos del pueblo.

Después de un par de horas de caminata que parecieron siglos, Sofía ya empezaba a respirar entrecortadamente, decidió buscar un lugar donde descansar y pasar la noche, al notar que pronto oscurecería.

Decidió descansar en un árbol que se encontraba rodeado de arbustos, creando una especie de rincón. Ella se desplomó a un lado del árbol y antes de siquiera darse cuenta, ella se había quedado dormida.

Sofía frunció el ceño al haberse despertado debido a un ruido extraño, fue en ese momento que se sintió más alerta que nunca y trato de averiguar de dónde venía el ruido y que era. Paseo su mirada por todo el lugar y su vista se posó en un juguete que parecía estar en mal estado, Viéndolo mejor noto que era una muñeca sin cabeza completamente sucia y deteriorada pero en esta se hallaban unos rasguños hechos por algo que parecía no ser humano.

Sofía se estremeció al escuchar el sonido más cerca. Un escalofrío la invadió y volteó la mirada lentamente al origen del sonido.

El árbol.

El árbol donde había pasado la noche, en él se hallaba un rasguño similar al de la muñeca, casi parecían hechos con garras afiladas y justo en ese momento un aullido sonó cerca del lugar donde se encontraba.

Y recordó las palabras de su madre;

"Sofí, cariño ten cuidado al salir, los vecinos dicen haber oído sonidos aterradores a las orillas de la montaña"

Y fue en ese momento que empezó a arrepentirse de haber entrado a la montaña, ella quería vivir.

Vivir por su madre.

Así que instintivamente, corrió.

Corrió a una dirección desconocida hasta que le faltó el aire y las piernas le fallaron.

Lo próximo que sintió fue el impacto de su cuerpo chocar contra el suelo, Soltó un quejido y trato de volver a levantarse, Sin éxito.

Posó su mirado en sus rodillas y estas se encontraban llenas de sangre, Sintió que se le nublo la vista y lo último que vio fue una cabaña justo al frente de ella.

Sintió la luz chocar contra sus ojos. Lanzó un quejido y los abrió lentamente, ¿Dónde estoy?, se preguntó Sofía mientras se reincorporaba en la cama donde se encontraba y posaba su vista en sus rodillas ahora vendadas.

¿Qué pasó?, Se preguntó nuevamente.

- Así que ya despertaste, niña. – Escuchó decir a una voz desconocida desde el otro lado de la habitación.

- ¿Quién eres tú?- Preguntó a la señora que se encontraba sentada en una silla leyendo un libro.

- ¿Yo? Nadie importante, antes de eso ¿Quién eres, niña? Eres bastante valiente si te atreviste a entrar a la montaña sin compañía ni armas. – Dijo la señora burlonamente.

- Me llamo Sofía, busco una planta. Es una medicina que curará la epidemia que se expandió en el pueblo. La planta se llama Konac ¿Sabes dónde encontrarla? – preguntó la niña de manera esperanzadora.

La señora sonrió antes de responder:

- ¡Claro que la tengo! ¡Es una planta muy abundante por aquí! – Exclamó la señora a Sofía.

- ¿¡Enserio!? ¿Me la puede dar, señora? ¡Puedo curar a todos con eso! – Dijo Sofía con esperanza a la señora.

- Por supuesto... Déjame buscar, espera un momento – Respondió la señora con una sonrisa.

Acto seguido la señora tomó una maceta en donde se encontraba una planta muy hermosa de color morado y se lo tendió a Sofía.

- Aquí tienes Sofía, un pequeño trozo de la planta es suficiente para curar cualquier enfermedad así que úsala bien ¿De acuerdo? – Dijo la señora sonriéndole dulcemente a Sofía.

- ¡Muchas Gracias Señora! ¡Usted ha salvado la vida de muchos!- Dijo Sofía alegremente.

- Claro que sí, pero para que te puedas llevar la medicina tengo que ponerte a dormir para que una vez despiertes te encuentres allá y no tengas que pasar por el bosque ¿Te parece bien? – Dijo la señora a Sofía.

- De acuerdo, no hay problema. De todos modos no quiero volver a ese tenebroso bosque.- Le respondió Sofía a la señora mientras sentía que un escalofrío invadía su cuerpo.

Y lo último que Sofía recuerda haber visto era el rostro sonriente de la señora antes de caer en la inconsciencia.

Días después, La señora se enteró por medio de un cuervo que todos en el pueblo habían muerto.

Al enterarse de esto, esbozo una amplia sonrisa y empezó a reír de forma escandalosa hasta que sintió que las lágrimas bajaban por su mejilla de tanto reír.

- Pobre niña, enserio lo hizo. – dijo la señora manteniendo una sonrisa espeluznante en su rostro.

- Buen trabajo, pequeño. – Le dijo al cuervo que se encontraba posado en su pequeña ventana.

Al final, le sorprendió que la niña nunca descubriera que ella era la bruja.

- Los humanos son tan estúpidos. – Susurro por última vez la bruja con expresión sombría.

A pesar de que la pobre niña era inocente y casi movió el corazón de la bruja, no se arrepentía de lo que había hecho.

Después de todo, nunca perdonaría lo que los humanos le hicieron.

Habían matado y quemado vivos a toda su familia a pesar de que éstos siempre los trataron de ayudar. Este hecho sin duda, nunca lo olvidaría sin importar cuanto tiempo pasara.

Tiempo después con la muerte de todo los aldeanos, el pueblo había sido borrado del mapa de forma misteriosa.

Nunca se supo la razón del porque todos en ese pueblo murieron.

Nadie sabía que la razón de esa matanza era la voluntad de venganza de una vieja bruja.

"Los villanos de hoy son las víctimas de ayer que aún buscan venganza."

FIN