¿Padre a los 17? - Amourshipping

Capítulo 5

Tenía bastante sueño, entonces volví a la cama, seguramente por esa razón no tomé mucha importancia de quien estaba al otro lado de la puerta, pero ese molesto timbre no paraba de molestar, ¿Es que acaso no entienden que quiero estar solo? DING DONG, otra vez de nuevo, no voy a abrir... Un momento a otro el timbre dejó de sonar "Al fin" dime a mis adentros, entonces volví a caer dormido

Estaba en una especie de bosque, la verdad bastante bonito, la fauna salvaje es una de mis mayores pasiones; pero de repente escucho un grito bastante agudo, una niña está en peligro. Me adentré más en el bosque hasta que la logré encontrar, una pelimiel de ojos azules llorando, decidí ayudarla

- Hola nena ¿Estás bien? ¿Qué te sucedió? - Intenté sonar algo comprensivo, pero algo le pasaba a mi voz, se oía como cuando era pequeño, muy pequeño. Aclaré la garganta - ¿Hola? - Seguía igual, vi un charco cerca y mis sospechas fueron correctas, estaba en mi cuerpo de cuando era más joven, quizás unos 6 o 7 años -

- Eh... Hola... Es que... Es que... - Y se echó a llorar de nuevo, pobrecita aquella niña - Me estaban persiguiendo y me lastimé muy fuerte - Dijo señalando su rodilla, estaba algo raspada, no era para tanto, pero parece que le dolía bastante -

- Tranquila, no pasa nada, confía en mi - Dije mientras la intentaba ayudar a levantar, no era posible, le dolía demasiado - Hmmm ¡Ya se! - dije sacando un pañuelo que me dió mi madre hace mucho tiempo, ni me acordaba de el - Mira, esto nos ayudará - Ella aún no entendía que pasaba - Con esto te sentirás mucho mejor - Se lo amarré a la rodilla con cuidado en la zona que tenía lastimada, después de esto puse mis manos encima del pañuelo y dije unas palabras que me decía la abuela cuando pasaba un accidente y mi madre solo decía un "Te lo dije" - Listo, esto será suficiente, vamos, de pie - Ahora sí se estaba levantando y parece que le dolía menos, pero escuchamos los arbustos moverse - ¿Que era lo que te estaba persiguiendo hace un rato? - Pregunté sin esperar que fuera lo que me contaba Gary en las historias de terror -

- Era... - Pero algo salió de los arbustos, ella gritó muy fuerte y cayó encima mío, la alcancé a sostener - Tranquila, de esta salimos sí o sí - Le dijo apenas gritó, pero lo que salió de un arbusto era un perrito, un labrador -

- Oye chiquilla ¿Acaso era esto lo que te estaba persiguiendo? - Ella asintió - Es solo un perrito ¡Mira lo juguetón que es! Seguramente sea uno de los cuidadores del campamento que solo te siguió porque te estabas alejando del grupo - Ella levantó la vista asustada aún - ¿Algo pasa? -

- Es que me asustan los perros... - No lo podía creer, volteé y miré sus ojos, se me hacen familiares... - 

- Mira, no pasa nada - Dije tomando su mano y poniéndola en la panza del perro - ella lo comenzó a acariciar cada vez mas confiada, entonces una sonrisa enorme se empezó a formar en su delicado rostro - Por cierto ¿Cómo te llamas? Mi nombre es Ash - Empezamos a seguir al perro para que nos reuniera con el grupo -

- Me llamo Serena, eres mi héroe - Dijo sonrojada... Espera... ¿Serena? -

Todo se volvió oscuro y estaba en mi casa, en Pueblo Paleta de nuevo ¿Que rayos hago acá? En ese momento escucho una voz femenina familiar que creí nunca volver a escuchar

- ¡Ash Ketchum! - Rayos... Que enojona... Un momento... ¿¡Mamá!? - ¿Qué te dije de organizar la casa mientras recogía a Grace del aeropuerto? No lavaste los platos ni tendiste las camas, fue lo único que te pedí - Lo último lo dijo decepcionada, ojalá pudiera volver en el tiempo y solo regalarte alegrías... -

- ¡Mamá, volviste! - Corrí a abrazarla, quería sentir ese calor que caracterizaba el amor incondicional de una  madre a sus hijos - Creí que nunca te volvería a ver, no p... - Un momento... Este no es mi tono de voz... Otro sueño... -