Hola, pequeña avecilla
¿Cómo se encuentra tu ala?
Lamento eso, me he emocionado un poco
Pero me ha encantado ver cómo te retorcías en el suelo
Tus dulces gritos de agonía me calentaban
Tus contracciones por el dolor me hacían disfrutar más al estar dentro de ti
Tus fluido mezclándose con tu sangre
Una imagen tan placentera no podía quedar así
Ver tu vientre hinchado de tanto que vertí en tu interior fue satisfactorio
Pero aún más fue ver cómo todo salía resbalando por tus piernas
Te desmayaste por la perdida de sangre, pero tranquila
Ya he llamado a nuestro médico, dice que te pondrás mejor
No podremos jugar rudo en un tiempo
Por lo que ahora tendrás que ser tú quien me complasca a mi
Canta alto, mi amado colibrí
Que tú canción sea escuchada hasta el más recóndito lugar de este mundo
Que tú voz sea la que deleite a nuestras más perversas deidades
Una bella melodía que erice hasta las más crueles almas
Oh, pequeña golondrina
Este es el destino que mereces