Uno

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Louis hundió la nariz en la camisa a cuadros que tenía en la mano, un olor tan familiar lo golpeo de inmediato: un desconsuelo y una tristeza tan grandes se apoderaron de su estomago, un nudo en la garganta lo amenazaba con asfixiarlo, las lagrimas silenciosas ya inundaban su rostro y comenzaban a empapar la camisa. Le entró el pánico y con él unas nauseas insoportables. Además del típico sonido del refrigerador, el apartamento estaba completamente silencioso. Estaba solo. ¡Mierda, estaba solo!

Sintió las nauseas aun mas fuertes y corrió al baño donde cayó de rodillas frente al retrete.

Harry se había ido y jamás volvería. Esa era la dura y horrenda realidad. Nunca mas volvería a acariciar sus hermosos y suaves rizos; ni volverían a intercambiar una mirada cómplice; nunca volverían a hacer bromas junto a sus amigos; Lou nunca volvería a lloriquear en el hombro de Haz quejándose de su horrendo trabajo; nunca volvería a recibir uno de sus grandiosos abrazos; nunca volverían a dormir juntos ni a discutir por quien debería levantarse a apagar la luz de la habitación.

Solo le quedaban una multitud de recuerdos y una imagen que día a día le parecía más lejana.

El plan había sido muy simple: pasar toda la eternidad juntos. Nadie nunca pudo ni dudar que fueran a lograrlo, digo eran almas gemelas reales; fue el destino quien jugó en su contra.

El final de su historia juntos llegó muy pronto.

Tras varios días de quejarse de tener migraña Harry por fin le hizo caso a Louis y fue al médico, Lou recordaba que lo hizo un miércoles, aprovechando la hora del almuerzo del trabajo; el doctor, el mas idiota e inútil del mundo en opinión de Louis, pensó que el dolor de cabeza de Harry era por problemas de visión y que se arreglaría con usar gafas.

Harry volvió con el ceño fruncido, no le gustaba nada la idea de tener que usarlas. Ahora Louis sabía que no debió haberse preocupado por usar unas ridículas gafas nunca, pues el problema nunca fue en los ojos, sino en el tumor que estaba creciendo en su cerebro.

Louis se levanto del suelo del baño temblando, jaló la cadena y salió de allí.

Harry solo tenía 26 años, demasiado joven. Nunca fue el ser humano más saludable del planeta, pero lo suficiente para estar normalmente sano. Cuando ya estaba demasiado enfermo, trataba de hacer sonreír a Louis bromeando sobre haber tenido una vida demasiado aburrida. Nunca fumó, ni fue alcohólico, ni probó las drogas, ni nada así, según él, debió haber saltado en paracaídas mientras se depilaba las piernas en el aire o algo así de memorable. Aunque Harry trataba de reírse de todo eso, Louis podía ver en sus ojos tristeza y arrepentimiento, acaso ¿Se arrepentía de la vida que habían tenido juntos?

Louis comenzó a vagar por las habitaciones de la casa, siempre con la camisa abrazada, mientras lloraba en silencio, tenía los ojos muy rojos y muy irritados, las mejillas llenas de lágrimas, algunas secas y muchas más nuevas. La noche parecía no tener fin nunca, y ninguna habitación parecía darle consuelo, ni un poquito.

"A Harry no le gustaría esto" pensó tratando de controlarse. Por supuesto que Harry odiaría ver a Louis, siempre tan alegre, entusiasta, bromista,.... Así de deprimido. Igual que en las últimas semanas, Louis se quedo dormido mas por el agotamiento que dejaba llorar que por querer dormir. Últimamente se dormía en algún lugar al azar, hoy fue turno del sofá.

Una vez más fue el sonido del teléfono sonando el que lo despertó. Quizá fuera Jay, Liam, Niall o Zayn. Quizá ellos pensaban que Louis se dedicaba exclusivamente a dormir en todo el día, a ninguno nunca se le había ocurrido llamarlo cuando estaba llorando o vagando por la casa abrazado de algo de Harry, no, ellos decidían llamar cuando tenía un poco de calma dentro de la tormenta en que se había convertido su vida.

"¿Hola?" contestó con la voz adormilada. Tenía la voz ronca de tanto llorar, pero ya ni siquiera le importaba fingir que no era así. Su mejor amigo, el amor de su vida, acababa de morir y nadie entendía que Louis no estaba bien.

"Oh, perdona cariño, ¿Te desperté?" la voz de su madre sonaba entre apenada y aliviada.

Siempre era la misma rutina, desde la muerte de Harry, su madre lo llamaba cada día en la mañana, temiendo despertarlo pero aliviada de oírlo respirar aun.

"No, no te preocupes, solo era una siesta" contestó sin emoción. Siempre la misma repuesta.

"Lottie y Fizzy salieron esta mañana, he estado pensando en ti cielo" dijo Jay preocupada.

Por alguna razón cada que hablaba con su madre, Louis no podía evitar volver a llorar. Podía imaginaria perfectamente en la cocina, deteniendo el teléfono con la mano izquierda, y con el ceño fruncido, la frente arrugada de la preocupación. Pero eso en lugar de ayudarlo a sentirse mejor, le recordaba que no deberían estar preocupados. Que Harry debería estar allí, a su lado, tratando de hacerlo reír mientras Louis hacia un esfuerzo sobrehumano por concentrarse en escuchar a su madre. En demasiadas ocasiones Lou había tenido que pasarle el teléfono a Harry por no poder contener la carcajada, entonces Haz seguía hablando con Jay como si desde un principio la llamada hubiera sido para él.

Louis siguió toda la conversación contestando con monosílabos, oyendo sin escuchar a su madre.

"El día esta precioso, Boo, te caería muy bien salir a dar un paseo, tomar aire fresco" dijo Jay amablemente. Como si el aire fresco le fuera devolver a Harry.

"Si... Supongo" contesto sin interés.

"Podría ir para allá y vamos juntos, ¿Qué te parece?" Jay trataba de ayudarlo pero no sabía cómo.

"No es necesario, mamá, estoy bien" mintió Lou, un silencio incomodo se apodero de ellos, por lo que agregó "Pero gracias de todos modos"

"Bueno si cambias de opinión, solo llámame estaré libre todo el día"

"De acuerdo" otro silencio "Gracias, mamá"

"No hay de que cariño. En fin... Cuídate"

"Lo haré"

Louis estaba a punto de colgar, cuando volvió a oír la voz a de su madre.

"Oh, Louis, por poco lo olvido. Llegó un sobre para ti hace unos días. Está en la mesa de la cocina. Por si quieres recogerlo, tal vez sea algo importante" dijo Jay

"No lo creo, quizá sea otra tarjeta de pésame, no lo quiero" Louis no soportaría leer otra de esas en su vida.

"No creo que lo sea. Se ve mas como una carta. Va dirigida a ti. Inclusive encima de tu nombre dice... Espera cielo, no cuelgues... Voy a buscarla"

Louis oyó el golpe seco del teléfono, luego los tacones de su madre alejándose hacia la mesa y de regreso. Luego volvió a oír a Jay.

"¿Boo sigues allí?"

"Si"

"Muy bien. Dice hasta arriba "La lista". No sé bien que significa eso, quizá valdría la pena que vinieras por ella y le dieras un vistazo..."

Louis dejo caer el teléfono.

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2012 ⏰

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Ps: i love you (Larry stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora