Al pasar los años el ciego envejeció decayendo cada día mas.
Un día, Trev no fue a visitarlo porque estaba cansado de las enseñanzas del ciego. Al día siguiente sintió culpa y fue a visitarlo y empezó a escuchar gritos del anciano. Cuando llego el anciano gemía con dolor y Trev podía palpar la sangre desparramada por el piso. El aciano lo acerco a su boca y le dijo " mira siempre mas aya de lo visible". Luego de la frase el anciano tocio sangre, serró los ojos, se acostó y murió.
Trev devastado entendió la desgracia que significaba vivir con gente cruel.