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El timbre de salida hizo que minghao se sobresaltara, mierda, se había dormido en el examen con la hoja en blanco, estaba reprobado y sus padres no le iban a permitir ver a Junhui. Era el fin.

Pero es su culpa, se quedó hasta tarde ayudando a su mayor en su casa y olvidó estudiar. ¿Cómo pudo haber sido tan irresponsable?

Ocultó su cabeza entre sus brazos y dejó salir unas cuantas lágrimas, se sentía fatal, jamás había sacado una mala nota y no quería imaginar lo que le podían llegar a hacer. No quería decepcionar a su padre, menos a su madre.

Se detuvo cuando su profesor lo llamó para acercarse hasta él. Una vez que pudo ponerse de pie notó que el aula estaba vacía, ¿Tanto tiempo había pasado? Caminó hasta el escritorio del tutor, dejó la hoja en blanco frente a él y lo miró.

- Perdón por no despertarte, es que parecías muy cansado- de la nada sintió como si un peso salía de su espalda.

Wonwoo era su profesor preferido, él lo entendía a la perfección y era amable con él, siempre tenían un tema del cual hablar y era fascinante, era como el padre que siempre quiso. Sentía una colección especial con el coreano, agradecía que fuera mutuo, de no ser así, se llevaría todo el trimestre.

- Sé que no fue tu intención entregar la hoja en blanco, ven mañana en el horario de Jun y te daré una segunda oportunidad, eres mi mejor alumno y ni loco te pondré una mala nota- juntó sus cosas y despeinó sus cabellos con cariño.

- Gracias, señor Jeon- tal vez después de todo su padre no lo mate.

Caminaron juntos hasta la salida y desde ahí cada uno tomó su camino. Volteó a la derecha y Jun observaba con mala cara a él profesor, hasta que notó que Minghao lo estaba mirando.

Nada nuevo.

- No me cae bien, es demasiado amable contigo- tomó a Minghao de la mano y caminaron hasta la parada de autobuses.

Minghao no quería hablar mucho de ello, a Jun nunca le había gustado la relación que él y Wonwoo tenían, tal vez sea porque un día los encontró solos en la sala de maestros y el más grande estaba demasiado cerca, pero el señor Jeon solo quería decirle algo al oído. No había manera de convencer a Junhui de lo contrario, así que no discutía, era demasiado terco.

- Reprobe el examen- soltó intentando cambiar de tema -, pero mañana debo ir a tu aula para recibir la segunda oportunidad, aun así mi madre tal vez no me deje verte unos días- informó sin muchos ánimos.

Sentía sus ojos querer cerrarse pero hacía su esfuerzo por mantenerlos abiertos, claro, cada vez era más difícil, no sabía cuanto iba a durar despierto, esperaba poder tener una pequeña siesta en el camino de su casa.

- Tu madre es muy estricta contigo, eres solo un niño, no debes tener tus calificaciones como prioridad tan alta- subieron a el vehículo y tan pronto como Junhui tomó asiento dejo caer su cabeza sobre su brazo.

Cerró los ojos y respiró profundo el perfume de jun, era su favortio, lo llevaba usando por tres años desde que se lo regaló, el día que se confesó, por eso lo usa, porque es especial dijo junhui.

- Despiertame cuando lleguemos a casa.

Lo único recuerda es una mano, la de Jun supuso, le estaba acariciando las orejas y el cabello, el colectivo había frenado y las puertas se habrían, luego de eso no había nada.

Para cuando abrió los ojos pudo reconocer su cuarto, estaba en su cama con un peso extra al lado. Volteó sobre su izquierda y la linda imagen de Junhui durmiendo se presentó como una obra de teatro para él, o un musical, una ópera, cualquier cosa de entretenimiento que dure horas y horas, que esté hecha para contemplar y disfrutar.

Entrelazo sus dedos y volvió a dormir.





























Stay with me, no,
you don't need to run,
Stay with me, my blood,
you don't need to run

my blood #; junhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora