De Numen a Inane y Viceversa!

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I

En el mundo existen muchas realidades y cada persona define su propia realidad. La tierra es poder y la tierra debe defenderse, eso es indispensable en cualquier lugar del mundo y en el basto país de Gloyda no es la excepción. Se dice que cada persona lleva dentro de sí encerrada un bestia, con instintos que amenaza con salir. En Gloyda y el resto de países estas personas que logran separarse de dichas bestias son conocidos como "Numen", son usados como armas y forman parte del ejército, mientras que los mortales que nunca podrán liberar ese poder, simples seres humanos con simples trabajos normales y simples vidas, son llamados "Inane".

La familia Rhett siempre fue conocida por tener Numens en cada generación.

— ¡Aida! ¡Levántate!— su hermano le quitó las sábanas de encima—, tienes clases en una hora.

Perezosamente y sin abrir los ojos buscó las sábanas a tientas, entonces su mano fue tomada con rudeza arrastrada fuera de la cama. Aún asi su hermano solo logró hacer caer la mitad de su cuerpo.

— ¡Jared! ¡No quiero ir!

Su hermano la contempló desde lo alto.

— Un Rhett tan cobarde nunca ha existido.— Y con esas palablas salió de la habitación cerrando la puerta tras de si.

Aida reprobó el examen de usuario mítico. Ella acaba de recibir apenas ayer el veredicto de "Inane" que en palabras militares significa: Que no desemboca en nada práctico; que no sirve para nada. En cambio los "Numen" son cercanos a divinidades y representan un arma potencial en brazos de la milicia.

Los niños en Gloyda asisten a clases elementales básicas hasta los doce años, luego de los trece a los dieciocho ellos estudian todo lo referente a poder mágico. Ella no podía compararse con su talentoso hermano siete años mayor que ella, miembro de la honorable milicia de Gloyda, en su último año de instituto, luego de cumplir sus dieciocho primaveras su bestia interior se manifestó, un gran fénix de hielo se volvió su más leal acompañante. Dada la rareza de su bestia y las habilidades del usuario, Jared Rhett se volvió general del ejército de agua. Como consecuencia toda su familia se trasladó con él del clan fuego del oeste al territorio del agua.

— ¡Aida, hija, llegarás tarde a clases otra vez! — regaño su madre entrando a su habitación. — El suelo no es lugar para tener medio cuerpo.

— Culpa del señor perfecto...

— Respeta a tu hermano y ve a bañarte, es gracias a él que nuestra familia no cayó en desgracia desde la muerte de tu padre.

Murmuró un escueto bien y se levantó para ir a bañarse. Odiaba ser la única Rhett que no poseía una bestia. Es casi una regla que entre los dieciséis y dieciocho, periodo de madurez humana, se manifieste el poder de un usuario mítico. Si después de cumplidos los dieciocho no se manifiesta a los pocos días quiere decir que esa persona posee un espíritu demasiado enclenque para dominar a su bestia interna, el terrible caso de Aida, vergüenza para su familia, ya que era la primera vez en ocho generaciones registradas que eso ocurría.

Al terminar de prepararse bajó a desayunar, la mesa estaba servida y su hermano ya comía junto a su madre.

— Oye hermana, escuché que ayer en el instituto te dieron tu categorización. Es un poco injusto, solo ha pasado un mes desde tu cumpleaños dieciocho. — El menor de los Rhett entraba a escena. Un dulce chico de doce años que muy pronto entrará al instituto.— Buenos días, hermano mayor, madre.

— Es cierto, Zury. Legalmente soy una inútil inane, la paria de esta familia... incluso tú , ya demuestras habilidades mágicas sorprendentes. Es un horrible destino...

Usuario Mítico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora