"De amor nadie muere"

45 0 1
                                    


17

Harry

Golpeé mi cabeza contra el carro varías veces cuando me detuve unos metros más adelante de donde había dejado abandonada a Danna. Necesitaba que mi cabeza sangrara para tener una excusa del porque idiotamente había dicho aquellas mentiras. No lo entendía, en verdad que no podía.

Era ahora cuando volvía a sentirme un tremendo monstruo por jugar de esa manera con mi mente y con la de ella.

¿A quién quería engañar? Yo la amaba, no podía mentirme en esa realidad.

Tantas noches llorándole y siendo infeliz conmigo mismo para que ahora que tenía la oportunidad, la mandara a la mierda como siempre lo hacía.

¿Es que acaso nunca aprendería?

Dannae

Él regreso como sabía que lo haría. Le tomo algunos minutos de más, pero lo hizo. Aparco el auto frente a mi para después bajarse de este con las manos en los bolsillos y aquella mirada de animal arrepentido. Ese era el chico que amaba, ese que de nueva cuenta me estaba dando otra lección más.

—Lo lamentó—musitó tomando asiento a un lado de mí, en ese polvoriento escalón

—¿Y ahora que debo de perdonar?—lo observé.

Ninguno de los dos expresaba nada.

—Que la cague como siempre lo hago

—Siempre la cagamos, ¿no crees?

Asintió mirando hacia la carretera. Así vimos varios coches pasar en silencio. Aun intentando aclarar nuestras ideas

—Yo iba a mudarme contigo a Sydney

No quería mostrarme asombrada por lo que me estaba confesando, pero no podía engañarme. Mi rostro no podía hacerlo.

Mis ojos estaban puestos en él, mientras los suyos no se atrevían a mirarme. Por temor, tal vez. No lo sabía.

—Cuando fuimos a comer sushi ese era el motivo del festejo. Había tomado la decisión de irme contigo lejos de aquí junto con Rose. Pero esa noche ella se encontraba tan feliz que no pude decirles a ambas que seríamos los tres juntos.

—¿En verdad lo ibas a hacer?

Fue hasta ese momento en que sus ojos me miraron. Nuestros ojos volvieron a mezclarse nuevamente. Cielo y naturaleza volvían a fundirse. Azul y verde, nuestros colores favoritos.

—Te ibas a ir de mi lado, no podía permitir eso

—Pero te asustaste cuando te enteraste del bebé. Comenzaste a decir idioteces sin sentido que me hirieron profundamente

—No quería que me vieran de nueva cuenta la cara de idiota

—No sé porque pensaste que yo quería hacer eso. Solo necesitaba tu apoyo, así como cuando me lo diste en el momento más difícil de mi vida. No pedía más.

Suspire

—Las disculpas en este punto no creo que sirvan de mucho, ¿cierto?

Mi pecho estaba doliendo, tan solo por tenerlo aquí a mi lado

—Para mí son suficientes....lo necesitaba de algún modo u otro. Y se siente bien poder platicar sin que ninguno de los dos esté gritando o hiriendo al otro

—Y ¿ahora qué sigue?—pregunto luego de un corto silencio, dejándome decidir a mí el futuro de esto.

De nosotros

Erick pateó, ahora fue tranquilo, no alterado como siempre. Harry vio ese movimiento en mi vientre y su mirada permaneció ahí. Tome su mano cuidadosamente, temiendo que fuese a apartarla de la mía. No fue así, su mano helada llegó hasta mi vientre y logró sentir a nuestro hijo.

—Su nombre es Erick, y al parecer de grande quiere ser futbolista—mis ojos se llenaron de lágrimas un poco, mismas que no logro ver Harry por estar anonadado tocando a su hijo

Yo aparte la mano dejando simplemente que Harry interactuara con él.

—No quiero hacerles daño—negó dirigiéndose más a nuestro hijo que a mi

—Y no lo harás—confesé cerrando los ojos fuertemente.

aLo amaba, lo hacía con lo más profundo de mi alma, pero no podía seguir permitiendo que esto nos continuara afectando.

Me había llevado tan solo unos minutos recapacitar en absolutamente todo desde que lo había conocido hasta el día de hoy. Dolía, pero era lo mejor.

—Estoy aquí por mi padre, bien lo sabes. Esta ciudad me trae horribles recuerdos, mismos que con terapia he podido ir borrando. Pero yo no quiero esto. No quiero estar en un lugar donde me recuerde todo lo que la vida me ha arrebatado.

—Volverás a Sydney. Con él—afirmo, a lo que yo asentí—¿Por qué?

—Porque a pesar de que me confesaste que te querías ir conmigo, no lo hiciste. Y cuando la bomba del bebé estallo, tu no me quisiste acompañar mas en esto. Dejaste que me fuera...

—Mi error fue no detenerte

—No, Harry—negué tomando la decisión mas madura de mi vida. O al menos eso creía—Tu error fue no intentar comunicarte conmigo. Me dejaste a mi suerte en un país completamente nuevo para mí.

—Pero no te fue tan mal—bajo la mirada avergonzado

—Me fue peor de lo que piensas, ¿sabes? Yo necesitaba a alguien que me apoyara, que estuviera para mi pero que a la vez comprendiera por lo que estaba pasando. Me sentía sola a pesar de tener a mi familia cerca. Te quería a ti para poder platicarte de mí día. Pero no estuviste ahí. Y ahora que vuelvo, te muestras ansioso al verme, nervioso. ¿Por qué? ¿querías recuperarme? ¿pensabas que lo lograrías?

—Si, quería ver si podía arreglar todo esto—su mirada llena de lagrimas me llegaba al corazón

¿Podría con esta decisión?

—Pensaste que seria demasiado fácil, pero ahora ves que no.

—Bien, ya me quedo claro—limpio sus lágrimas duramente—¿Por qué me sigues cuestionando?

—Porque son cosas que me han mantenido durante mucho tiempo intrigada. El hecho de que preferiste perderme al enterarte del bebé, el hecho de que fueron demasiados meses sin buscarme, sin preguntar por mí. El hecho de que ahora que estoy aquí, en lugar de alejarte prefieres permanecer cerca.

—Bueno, ya tienes las respuestas—movió nervioso su pie.

Le estaba rompiendo el corazón, pero era lo mejor para los dos. Yo ya no quería sentirme rota.

—Si, ahora lo tengo en claro. Todo hubiera sido tan diferente, pero como dicen, el hubiera no existe. Y yo ahora tengo a mi lado a una persona que se preocupo por mi desde el primer momento. Que no huyo y me dio su apoyo cuando más frágil estaba. Él estuvo ahí para mi cuando debiste de haber sido tu. Tyler no se merece que yo ahora corra a tus brazos como si nada hubiese pasado.

—Pero no lo amas, ambos lo sabemos

—Y es verdad, no lo amo. Pero al menos él no me lastima tanto como tu

Me puse de pie con su ayuda. Tocarlo se sentía tan irreal. Permanecimos mirándonos unos momentos hasta que me abrazo fuertemente. Él sollozo, yo solo me mantuve fuerte.

¿Qué si dolía? Caray, me sentía morir de dolor, pero había pasado por días interminables y noches mas negras que nada, pero decían que nadie podía morir de amor, que solo agonizábamos en el intento y yo no iba a ser la excepción. Le llore, grite y me culpe por todo, pero estaba aprendiendo que las personas como Harry, era mejor perderlas que encontrarlas de nuevo. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 17, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Far Away ||Secuela de Almost Love|| (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora