Capitulo 1 "La fiesta de la 22

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Becouse I'm happy...

Mi teléfono sonó de repente despertándome de mi siesta por la tarde del sábado...

Sí, lo sé, suena patético que una joven de 21 años tome una siesta un sábado, pero me limito decir que en estos últimos tres meses mi vida no ha sido exactamente maravillosa... Así que para mí lo mejor es dormir...

-¿Aló?- dije un poco adormilada.

-¡¡Al fin contestas!! ¿Estabas cogiendo con algún hombre? Te he llamado un millón de veces ¡putita!- me dijo Chantal un poco alterada, bueno, muy alterada.

-Hey ¡tranquila fiera! Ya estás hablando conmigo, ¿qué es tan urgente?- dije mientras miraba mi teléfono y me percataba de las 11 llamadas perdidas de su número. ¡Dios, sí que era insistente!

-Jake me ha dado tres entradas para la fiesta anual de la 22, ¡debemos ir! ¡Tú debes ir conmigo! ¡Por favor! Sabes que irá mucha gente importante...-juro que pude ver como juntaba sus manos en forma de súplica a través de mi móvil.

No podía negarme pues a esa fiesta asistían artistas, grandes empresarios y personas muy reconocidas, era una fiesta de lujo, definitivamente debía ir, así que acepté.

-De acuerdo, pero dime, si vamos tu y yo y son tres entradas, ¿quién nos acompaña?- definitivamente la curiosidad recorría mi cuerpo.

-Esteban irá con nosotras, ya sabes cómo es de lagarto, esperando la mínima invitación para salir de fiesta- ambas reímos a carcajadas por el teléfono...

-Vale, ¿cuándo es?

-¡Esta misma noche! Debemos estar ahí a las 9:30.

-¡De acuerdo! Paso por ti a las 9:00. Espero que estés lista a esa hora, sabes que odio esperar y ¡odio llegar tarde!

-¡Claro que sí! Esteban estará en mi apartamento para cuando vengas.

-Muy bien, ¡nos vemos bella!- corté la llamada soltando un suspiro y recostándome de nuevo en mi cama.

Chantal es mi mejor amiga, pero aparte de eso es mi prima, la amo como a nadie.

Ella ha sido indispensable después de mi ruptura con mi novio, una relación de 4 años. Siempre atenta a mis estados de ánimo...

Terminé con mi ex, al darme cuenta que ya no había nada más que dar en la relación, era solo rutina, pero la costumbre hizo que al terminar con él, mi vida cambiara drásticamente, pues yo todo lo hacía con él.

Era una decisión necesaria y definitiva.

El hecho de vivir sola no fue de gran ayuda, me daba mucho tiempo para pensar en la situación y deprimirme, pero ya llevaba 2 años viviendo en ese apartamento que en aquel tiempo parecía el paraíso, pues siempre había anhelado mi independencia. No es que no amara a mi familia, pero tantas personas viviendo en una misma casa, nunca me había llamado la atención.

Al cabo de unos minutos decidí levantarme para comenzar con el dilema de toda la vida: ¿Qué me pongo?

Decidí por un vestido de rayas blanco con negro, muy arriba de las rodillas, un gran collar dorado que combinaba perfecto con mis zapatos del mismo color, no es por ser egocéntrica, pero cuando me enfocaba en alistarme, los resultados eran excelentes. Hasta chillé de lo bien que me veía, cogí mi bolso de mano, las llaves del carro y me dirigí al estacionamiento. Una vez dentro de mi Honda puse marcha hacia la casa de mi prima.

Llegué tocando el pito en la puerta de su apartamento, los recogí a ellos, a Chantal y a Esteban, ambos lucían radiantes, Chantal con su vestido rojo puta, ajustado al cuerpo, con enormes tacones del mismo color y nuestro gay amigo Esteban, con su traje entero color grafito, camisa blanca y corbata morada- mmm si tan solo no fueras tan gay- pensé para mí misma...

Ambos subieron al auto y cogimos dirección hasta el lugar de la fiesta.

El viaje fue súper divertido, cantando todas las canciones de la radio con una horrible voz pero con mucho sentimiento.

Al fin llegamos al lugar de la fiesta, ¡yo quedé deslumbrada ante aquél espectáculo!

Todo era alucinante, aquellos enormes jardines, con tanta gente caminando alrededor de ellos, todos elegantes en sus trajes enteros de raya diplomática y ellas con vestidos hermosos que lucían del valor más alto que el cielo. Era una mansión en la calle 22, que para esa época es de las calles más privilegiadas.

Entramos y de inmediato reconocimos la vestimenta tan peculiar de Jake, el amigo de Chantal (su amor platónico desde hace 2 años) que nos ha dado las entradas, prácticamente imposibles de conseguir si no tienes una cuenta bancaria del tamaño del ¡Empire State!

-¡Hola chicas... y chico!- dijo mirando a Esteban de pies a cabeza con expresión un poco extraña- ¿quieren algo de tomar?- nos ofreció Jake.

-¡Hombre vale! Pero para la próxima no debes insistir tanto- vaciló Esteban.

-Claro- dijo Chantal, después volvieron su mirada a mí en busca de una respuesta.

-Gracias pero no, prefiero estar sobria para cuando un multimillonario de por aquí se acerque a pedirme matrimonio- sí. Lo dije con esperanza.

Ellos rieron por lo alto, nos acercamos a la barra y tomamos asiento en lo finísimos taburetes.

Al cabo de un rato y después de 4 copas de vino sin alcohol, mi vejiga hizo su llamado...

-Chicos, voy al baño...

-No te pierdas- advirtió Chantal.

-No lo haré- le aseguré.

Me metí entre la gente hasta llegar a unas lujosas escaleras en forma de caracol, las subí y me encontré con un profundo pasillo y muchísimas puertas, abrí una al azar y por suerte fue la del baño.

Una vez terminadas mis necesidades, me dispuse a salir y al abrir la puerta (se abre hacia el pasillo) choqué con algo...

-Maldición- escuché de una voz, tan profunda que me erizó la piel.

Hola! Quiero comentarles que esta es mi primer experiencia como escritora! Espero que les guste, y que escriban cual fue la parte que mas les gustó de cada capítulo!

Por otro lado, este capitulo se lo quiero dedicar a mi prima! Gracias a ella conocí de esta increible app y gracias a ella estoy escribiendo mi propia historia! Te amo Chuzi!


Ahora que te conocí!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora