Aproveché el domingo para visitar a mis padres y hacer otras cosas, al llegar a mi casa, organicé mis cosas de trabajo para el día siguiente.
Sonó mi despertadora las 6:30 am. Aquí comienza mi día, hacer el café, acomodar un poco mi cama, recoger el periódico, ducharme, la escogencia de ropa, conducir hasta mi trabajo y todo en una hora; se puede decir que soy una mujer bastante productiva.
-Buenos días Susy- dije con un movimiento de mi mano.
-Buenos días señorita Amy, le informo que han organizado una reunión de empleados a las 10 am para conocer el nuevo dueño de la empresa y por los rumores que se oyen, no parece un gran tipo.- dijo haciendo una mueca de angustia, me despedí y me dirigí a mi oficina.
Pasé esas dos horas llamando a clientes, organizando papeleo y hablando con mis compañeros sobre el nuevo dueño.
Llegó la hora de la reunión, todos estábamos en la sala de conferencias. Entró el presidente de la multinacional para la que todos trabajamos, el gerente y dos sub-gerentes más, nos hablaron del porqué estábamos reunidos y un poco sobre el nuevo dueño. Es un tipo joven, con títulos de dirección de empresas, dueño de más de una multinacional y otros negocios, compró el 100% de las acciones de la empresa así que es el único dueño.
Al cabo de treinta minutos, entró la secretaria del presidente y le dijo algo al oído que no pudimos escuchar.
-Bueno muchachos, ha llegado el señor White.
Un momento, ¿acaba de decir "el señor White"? ¿de dónde escuché yo ese nombre?
Al momento entró él, me tropecé con mi silla, se me secó la boca, me puse pálida, me escondí detrás de uno de mis compañeros... Era él, Ryan White, mi amante de la noche anterior, pero ¿Cómo es esto posible? ¿Me están haciendo alguna clase de broma?
-Buenos días, mi nombre es Ryan White, es un gusto para mi ser el dueño de esta exitosa empresa. Desde hoy van a cambiar un poco las cosas, va a haber re-organización de personal, así que les pido su colaboración. Gracias, pueden volver a su lugar de trabajo.
Todos mis compañeros salieron de la sala, así que perdí mi escondite detrás de ellos, me dispuse a salir de ahí yo también.
-Amy ven acá- dijo mi jefe, me dirigí hacia él y a su lado estaba Ryan.
-Ellas es la secretaria de la jefa de diseño, nuestra mejor empleada, Am...-
-Amy Collins, claro- interrumpió Ryan a mi jefe.
-¿Se conocen? -preguntó él.
-No- le dije.
-Si- dijo Ryan al mismo tiempo- Bueno, una amiga de un amigo de mi hermano nos ha hablado de ella, bueno, le ha hablado a mi hermano de ella y el me lo ha dicho a mí.
Mi cabeza empezó a pensar tantas cosas al mismo tiempo que casi estalla. ¿Él ya me conocía?
-¿Me disculpan? Vuelvo enseguida- dijo mi jefe.
NOTE VAYAS!!! NO TE VAYAS POR FAVOR!!
-Así que esta es la verdadera Amy-
-Así que este es el verdadero Ryan-
Ay Dios! Ahora todo va a ser diferente!
-Volveré a mi oficina, si no le molesta señor Ryan-
-Puede retirarse señorita Collins-
Me escondí literalmente tras mi escritorio el resto de la tarde, pues sabía que Ryan andaría rondando y no quería verlo. Le envié un correo a Chantal, contándole todo lo sucedido, pero al parecer, Jake la tenía muy ocupada en ese momento.
Llegó la hora de ir a almorzar, apagué mi computadora, recogí mi cartera y me dispuse a salir de la oficina. Cuando casi había llegado al ascensor escuché unas voces que se acercaban a mi espalda.
-Amy que bien que te encontramos por aquí, íbamos a comer todos los jefes y secretarias con Ryan, debes unirte a nosotros...- dijo mmi jefe directo.
-De hecho yo solo iba a comprar un refresco...- dije tratando de esquivar la invitación.
-Ocupo hablar con todos ustedes, no te puedes quedar por fuera- dijo Ryan sin aceptar mi evasiva.
-De acuerdo- suspiré en derrota.
Todos entramos al ascensor, al llegar al primer piso le pedí a mi jefe la dirección del restaurante al que iríamos. Cuando llegué en mi carro, un hombre tomó mis llaves para llevarlo al parqueo.
El sitio era impecable, el color marfil era predominante. Con centros de mesa hechos con rosas de distintos colores, era simplemente hermoso... En un momento localicé a mis compañeros de trabajo y me senté junto a ellos. Ryan no había llegado. Era una mesa redonda y éramos unas 8 personas.
Ya todos habían tomado su asiento cuando entró Ryan y me di cuenta que el único lugar disponible era a mi lado... ¡ohh no!
-Disculpen el atraso- justificó Ryan, y escuché varias palabras de respuesta. Cuando tomó asiento a mi lado me dedicó una mirada...
-Señorita Collins- dijo a modo de saludo.
-Señor White- contesté.
Se fue desarrollando la cena fluidamente hasta que Ryan pidió la palabra.
-He hablado con el antiguo dueño de esta empresa. Me ha explicado cómo la ha controlado todos estos años. Pero me he dado a la tarea de organizar a mi gusto a mis empleados. Por eso quiero que ustedes sean los primeros en saberlo...- siguió hablando del tema, pero yo solo me perdí en sus ojos y en esa voz...
-¿Aceptas este cambio Amy?- me interrumpió mi jefe.
-Claro que si...- lo dije sin saber a qué se refería, pero a los jefes les gusta que sus empleados obedezcan.
-Perfecto, entonces mañana mismo te trasladaremos al lado de la oficina de Ryan-
-¿¿Qué??- dije alterada.
-Has aceptado ser la asistente personal de Ryan, eso significa que tu oficina debe estar cerca dela de él.
¡¡NO PUEDE SER!! ¡¡QUE ESTÚPIDA!!
¿Cómo puedo aceptar cosas así?
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Ahora que te conocí!
Любовные романыTodos hemos oído hablar de Él, pero nadie lo conocía en realidad. Nunca pensé en que esto me podía llegar a pasar a mi! La noche más maravillosa, y el día más incómodo.