No puedo creer que me haya metido en esto, pasar todo el día con él... Bueno, en realidad eso no suena tan mal, pero no podía hacer mi trabajo tan bien como lo había venido haciendo todo este tiempo. Al final de la comida y después de otra jornada laboral, todos volvimos a casa y yo le pedí a Chantal que nos reuniéramos en su apartamento para contarle toda la historia.
-Eres una de esas zorras que se acuesta con el jefe- quiso parecer seria pero en serio eso nunca le sale bien.
-Te dije que no sabía que era mi jefe, nunca lo había visto en mi vida, yo solo me acosté con el porque necesitaba olvidarme de mi ex, por cierto, eso no funcionó- torcí la boca de disgusto.
-Y ahora tienes que pasar todo el día y todos los días muy muy muy creca del jefe sexy, nena, quiero tu vida.
Volví los ojos y sonreí, después de todo suena agradable.
Al día siguiente me desperté e inicié con mi rutina de la mañana, una vez que finalicé me subí a mi auto y me uní a todos los demás que circulaban en la pista.
Llegué a mi nueva oficina y empecé a desempacar todas las cajas que contenían todos los artículos de mi antigua oficina.
-Buenos días señorita Collins.
-Buenos días señor White.
-Quisiera hablar con usted en mi oficina, después de que haya acabado con esto- dijo señalando las cajas a su alrededor.
-Claro, en un momento estaré con usted señor.
Me apresuré a vaciar todas las cajas, pues estaba muy decidida a hablar con el señor White, pero cuando llegué a la puerta de su oficina, toda esa decisión se desvaneció y el temor tomó su lugar.
Sin saber de dónde cogí fuerzas, llamé a la puerta.
-Adelante- escuché del otro lado.
Abrí el gran trozo de madera de pino y ahí estaba él, sentado en la silla frente al escritorio, con los codos en los reposabrazos y las puntas de los dedos en su barbilla. Tan sexy.
-Siéntate- dijo con autoridad.
Una vez sentada al frente suyo, bajó los dedos de su barbilla y posó las manos sobre el escritorio.
-Debemos hablar sobre lo que pasó la otra noche, hay que dejar las cosas en claro, ¿entendido?
Mi cara pasó de un color normal a ser transparente, ¿en serio tendríamos esta conversación aquí? ¿En este momento?
-Cla-claro. Entendido.
-Así que quiero que sepas que lo que pasó ese día en realidad no debía pasar. Fue un error, un excitante error. No se debe repetir.
Ahora mi cara era de color rojo, invadida por el enojo. No es que yo tuviera sentimientos por él, pero no debía hablarme como si solo me hubiera usado. Es mi tiempo de venganza.
-Jajaja, estoy de acuerdo. De hecho no sabía cómo decírtelo, estamos de acuerdo que nunca debió suceder. Así que solo olvidémoslo. ¿Puedo volver a mis deberes?
Justo como pensaba, con esa cara de sorprendido por mi respuesta, lo único que pudo hacer fue asentir por mi pregunta. Salí de la fría sala y de inmediato un hueco del tamaño del gran cañón se sintió en mi estómago. ¿Qué significaba eso?
Al llegar a mi apartamento después del trabajo, necesitaba una pequeña distracción, así que me alisté, me decidí por una enagua tubo hasta las rodillas, color blanco, una pequeña blusa azul y unos colores del mismo color, accesorios plateados y una cola alta, dejando caer mi cabello hasta la cintura.
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Ahora que te conocí!
RomansTodos hemos oído hablar de Él, pero nadie lo conocía en realidad. Nunca pensé en que esto me podía llegar a pasar a mi! La noche más maravillosa, y el día más incómodo.