¿Qué harás con tu vida?
Las veces que escuché decir esto a mi madre con la mirada desesperada de un niño al borde de llorar, que llegué al punto de odiar la palabra vida. Me sentía fatigada por tantas responsabilidades, por querer encajar en cierta religión, que a decir verdad me gustaba al principio, sentirme parte de algo, tener un rol como maestra de la biblia, mis estudios, (personas que yo visitaba en sus casas y les enseñaba "la palabra de dios" con la idea de hacer que transformen su vida y se vuelvan a la "religión verdadera") No niego que por un tiempo fui feliz. Pero al ir creciendo me di cuenta que no quería seguir siendo parte de eso, no me sentía con la autoridad de enseñar nada, quién era yo para decirle al otro en qué creer, por no decir que también empecé a ver el lado oscuro de todas las religiones, incluso la mía. Pero me sentía muy culpable por tener esos pensamientos, esas dudas, sumado a que también estaba muy frágil, era inexperta, temerosa de todo, totalmente deprimida y solitaria. Los Testigos de Jehová, desde que tengo memoria están en mi familia, todo empezó por mi padre. Èl arrastró a mi madre, ella no tenía ni voz ni decisión así que no le quedó más remedio. Igualmente ella con el tiempo se volvió fiel seguidora de su dios. Siempre fue la más honesta en casa con respecto a su espiritualidad. Siempre fue y lo sigue siendo a pesar de todo, una buena madre.
Quiero aclarar que no es mi intención ofender a nadie o hacer poner en duda tu fe. La que sea que tengas. Ya que lo que cuento solo es mi experiencia y mi punto de vista de las cosas. No digo que sea la verdad, pero es mi "verdad" y eso basta. Mi padre se refugió en esa religión pero solo para escapar de sus propias mentiras. Ya que hasta el día de hoy, sigue siendo una pantalla, un camuflaje. —¿Cuántas veces escuchamos de personas religiosas que lastiman, roban, matan, violan y hacen todo lo que no deberían hacer pero que después se golpean el pecho alabando a un dios?— Claramente todavía hay personas con ese grado de fanatismo, porque para mí lo es, que con el solo hecho de estar en una organización, que se hacen llamar hijos de dios, siguen haciendo de las suyas y la única manera de ocultarlo en refugiándose ahí.
No voy a contar mucho de los "pecados" de mi padre y de lo que hace o hizo. Solo que cuándo quiere serlo es muy tóxico, machista y manipulador, solo eso diré. Que lamentablemente yo y mi madre tuvimos que aguantar por el hecho de ser mujeres. Con mis dos hermanos nunca tuvo problemas, pero a veces los trataba mal solo para hacerle daño a mi madre.—¿No se supone que un hombre de dios debe amar a los suyos?— Vamos quizás pienses que no porque una persona proceda mal dios tiene la culpa de eso. Para nada, no lo pienso, pero si estoy en contra del fanatismo religioso. Y para mí esa clase de abuso es fanatismo. —¿Cómo puedes predicar una cosa y hacer otra?— Muchos creerán que es una clase de enojo que habla por mí, pero la verdad que no, todo eso quedó atrás. Me siento muy bien con mis convicciones. Me tomó años ser lo que soy ahora y es tal el orgullo que me lleva a querer compartirlo al escribir el proceso. Quizás te ayude, quizás no. Quizás te motive a ser lo que realmente quieres ser, o quizás no. Eso no depende de mí. —¿Qué lleva a una persona a actuar de una forma totalmente distinta de la cuál fue criada?— Bueno puede haber muchos factores. En mi caso fue la presión, la soledad, el entorno familiar y la terrible curiosidad de saber quien era y quién quería ser. Afligida, confusa, y un poco esperanzada estaba dispuesta a averiguarlo. No sabía por dónde iba a comenzar pero quería hacerlo sin importar el precio.
A TROPEZONES.
(Testigos de Jehová).
Todavía recuerdo el primer viaje que hice sola. Allá por el 2016 entre abril y marzo. Ya te contaré bien la historia, primero hay que llegar a la raíz de cómo comenzó todo. Igualmente en ese año estaba colgando de un pequeño hilo, nada me sabía, nada me gustaba, el pueblo dónde vivíamos con mi familia era tan chico que me molestaba la idea de que todo el mundo nótara en dónde estaba Antonella, muchas personas me conocen por ese nombre, la verdad no me acuerdo como empezaron a decirme así en vez de Antonia. Mi abuelo solía llamarme "Tonela", quizás sea por eso. Mucho tiempo me identifiqué así. La mayoría de mi familia lo usaba y yo no hacía problema. Debo decir que no me gustaba Antonia, escribirlo ni como se escuchaba, recuerdo que en las escuelas nuevas siempre recurria a los maestros y directores para decirles que si van a dar una clase y tomar asistencia, que por favor no dijeran Sir Antonia, sino Sir Antonella. Y ellos me miraban con poco interés y nunca me preguntaron por qué lo hacía. Quizás porque veían mi cara de desagrado al escuchar Antonia que se yo o porque daba todo un sermón insistente de que mi abuelo me decía así. Lo curioso de todo es que cada vez que tomaban asistencia al mirarme me hacían un guiño de ojos y decían el nombre "Antonella".
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Huellas Salvajes
AdventureHuellas Salvajes es mi primer invención respecto a cómo logré vencer algunas barreras del miedo al embarcarme sola a mis 26 años de mochilera por algunos países de Sudamérica. Realizando casi todo el trayecto a "dedo" o haciendo autostop como alguno...