Prólogo

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     —¿Amor? ¿Qué es el amor? —preguntaba inocentemente esta tierna niña a su madre mientras ella cepillaba su cabello.

     —hija mía, el amor es el sentimiento más poderoso del mundo. 

     La niña pregunta inquietante —¿por qué mami?.

     Su madre ríe sutilmente y le responde con una mirada dulce —porque cuando amamos de verdad, nada ni nadie puede detenernos.

     La niña muy impresionada y ansiosa vuelve a preguntar —¿enserio mami?.

     Su madre sigue hablando en un tono bastante agradable —si mi amor, cuando amamos de verdad, somos capaces de mover montañas, cruzar fuertes tormentas y pasar por mil torturas, solo por eso que amamos tanto.

     La niña emocionada se ríe a carcajadas y le dice a su mamá —¿Cómo el príncipe de mi película favorita? —la madre ríe alegremente respondiéndole —si mi niña, justo como él.

     La pequeña niña muy feliz se queda viendo fijamente la televisión mientras su madre terminaba de arreglar su cabello.

     —¿mami...? —pregunta tímidamente la niña volteando a verla. —¿Y tu amas a alguien?.

     Su madre la ve y con una sonrisa y mucho amor en su corazón, se acerco lentamente postrando su frente con la de ella, colocó suevamente sus manos en su delicado rostro y mientras una lagrima salía de los ojos cansados de aquella mujer, respondió —claro que sí cariño, tu eres la persona que más amo en este mundo, y haría lo que fuera para que estés siempre conmigo.

     La niña sonrió muy feliz por la respuesta de su madre —yo también te amo mucho mami, y te prometo que siempre estaremos juntas —las dos se abrazaron con fuerza mientras la madre pensaba «sé que no será fácil, pero te prometo mi noble caballero, que seré fuerte para protegerla».

     Gritos se escuchaban fuera de la casa de esta mujer —¡cuidado! ¡salgan de ahí!.

      Era una casa sencilla, de una familia común, sin embargo, había algo que la hacia encantadora, la mujer que vive allí es famosa por hacer los mejores pastelitos y tortas de la zona, por ende todos los habitantes que convivían con ella gritaban con fuerza tratando de advertir el peligro que se acercaba. Esa noche el cielo se ilumino y pedazos de rocas empezaron a caer en la ciudad

     —¡Evacúen todos los edificios y diriganse a los centros de protección!—Gritaban las autoridades en distintos puntos de esta y en grandes bocinas.
Las personas de la zona hicieron hasta lo imposible por querer salvar a la pintoresca pastelera y a su tierna hija, sin embargo, está zona se caracterizaba por quedar un poco alejada de las principales localidades de seguridad de la ciudad, por lo que la llegada de las autoridades sería más tardía, además de que por el momento de tensión, se daba mayor importancia a otras zonas más habitadas y de mayor relevancia para el país.

     Por alguna razón, la mujer y su niña no escuchaban nada, no sé sabía él por qué no salían de su casa.

     Ya varias personas de la localidad habían evacuado la zona, las autoridades por su parte, daban indicios de que llegarían, pero no sé sabía en qué punto.
Varias personas intentaban entrar en su casa para salvarlas, pero había algo que les impedía entrar, era una fuerza mucho más poderosa de la que una persona común podría imaginarse jamás.

     Se escuchó en el cielo un aterrador estruendo, estaba comenzando a formarse una roca de un tamaño debastador. Ya sin esperanza, y con mucho miedo, las pocas personas que intentaban salvarlas corrieron despavoridas, con el dolor de saber que una madre y su hija se quedaron atrás.
Al caer la gran roca, solo se escuchó el sonido de la muerte.

The mistery of power: El amor de una plebeyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora