Esclavo De Tus Ojos ✅ [En Edición]

Capitulo 10

Zack.

Creí que mi Luna sería alguien amable y cariñosa.

Pero me equivoqué. Es todo lo contrario.

Es demasiado terca, y se enoja por todo.

Soy de esas personas que definen a los demás con solo palabras y expresiones.

Creo que tendré que acostumbrarme a su actitud. No llevo ni una hora con ella, y ya me ve con cara de matarme...

(...)

Tenía que buscarle algo de comer.

Salí de la habitación, cerrándola con seguro.

No quería que se escapara.

Baje las escaleras para ir a la cocina.

Vi a mi hermana sentada en uno de los bancos.

-¿Ahora me explicas que traías en brazos?- se paró de la silla y se dirigió a mí- por lo que vi tenías a una chica, tengo la razón o no

- como te digo Adriana...

- puedes confiar en mi Zack, después de todo soy tu hermanita

- lo sé tú sabes que no confío mucho en las personas...

- en quien no puedes confiar hermano es en Cristina...

¿Por qué la tenía que meter en el tema?

- puede que seamos mejores amigos pero sabes como es

- sé cómo es ella...- responde- ¡Ahora contesta mi pregunta!

Golpea levemente mi pecho.

- está bien fiera... Es mi compañera

Vi como abrió los ojos exageradamente. Luego me abrazo fuertemente.

-¡Al fin Zack! ¡Felicidades!- le devolví el abrazo

Pensaba que haría otro de sus típicos dramas de niña pequeña. Pero parece que me equivoque.

- supongo que gracias Adriana

Vi que cambio su expresión.

- ¿Qué pasa? Siento que estás nervioso

Creo que ya se dio cuenta.

- es que... No es como pensé que sería

-¿A qué te refieres con eso?

- te explico luego olvide que tenía que llevarle comida

Cruce al lado de ella dirigiéndome a la cocina.

No sabía qué llevarle. Tampoco la conocía, pero sabía que ella era mi compañera destinada.

Luego de un rato en pensar en que llevarle quise darle algo simple.

Subí las escaleras con un sandwich en un plato. No sabía si le gustaría yo espero que sí.

Quite el seguro a la puerta, luego la abrí. Y vi a mi Luna en la cama cruzada de brazos.

Rápidamente me dirigí hacia ella y me senté en una silla, dejando en una mesita el plato que traje.

- ¿Estás bien?- quería sacarle algo de conversación

Se dio la vuelta dándome la espalda y seguía de brazos cruzados

- como voy a estar bien ... Si ni siquiera sé quien eres... ¡Y mucho menos donde estoy!

Me empujó logrando que me tambaleara de la silla.

Pero me agarré de la mesa, volviendo a estar estable.

- por favor cálmate- le supliqué

No quería ser agresivo con ella. Y era cierto siento que es así porque no me conoce.

Le puse el plato en la cama.

- comételo debes de tener hambre- insistí

Observo el plato con extrañez.

Con sus manos empujó el plato rechazando la comida.

-¿qué pasa? ¿No te gusta?

-¿Cómo sé que esto no es algo envenenado?

Enarque una ceja.

¿Pero qué está diciendo?

- vamos come no es nada raro- puse el plato en sus piernas- además por lo que no se han comido en mucho tiempo

Se frotó su pancita.

En cuestión de segundos ya la estaba viendo comer.

Pensaba en muchas cosas.

Algo en mí me dice que ella no es alguien normal. No lo sé, simplemente es un presentimiento.

Se ve de apariencia normal como cualquier otra persona.

- ¿Hay más?- me pregunto

Cuando volví a ver el plato ya estaba vacío. Abrí los ojos asombrados, no habían pasado ni 2 minutos y ya había terminado.

De repente cambió su expresión.

- ¿Sabes qué? Olvida lo que dije

Volvió a darse la vuelta dándome la espalda.

Yo queriendo sacarle algo de conversación. Pero admito que me duele la forma en la que me trata.

Siento que esto es algo nuevo en su vida, yo no la conocía al igual que ella tampoco me conoce.

- ¿me Puedes decir como te llamas?- pregunte y la mire

- no quisiera decirlo, no me conoces al igual que tú tampoco me conoces a mi

- ya sé, pero al menos podemos intentar conocernos

- mira chico agradezco tu amabilidad, pero no puedo estar aquí.

Me pare, dispuesto a irme.

- entiende que no puedes irte de aquí- empecé a caminar hacia la puerta-  tendrás que acostumbrarte porque te aviso no saldrás de aquí ni de broma

Dirigió su mirada hacia mí. Sus ojos estaban llenos de ira y furia.

Pero no me importó.

Salí de la habitación y cerré la puerta.

Suspire.

Esto será más difícil de lo que pensé...