¿Amor u obsesión?

Capítulo 14

Isaac.

Estaba mirando el techo, no era capaz de dormir, después de la cena fuimos a dormir, Laura y Olivia dormirían juntas y estaba matándome saber que Olivia estaba tan cerca pero a la vez tan lejos...

Escuché una puerta abrirse y cerrarse, luego unos suaves pasos y otra puerta más lejana hacer lo mismo, supuse que era Laura entrando en la habitación de Álvaro, a los pocos minutos volvió a abrirse una puerta, esta vez no se cerró, unos suaves pasos se acercaban a mi habitación, pero se pararon y no se escuchaba nada, de repente se abrió mi puerta, mostrando a una Olivia algo decidida y nerviosa

-¿Qué pasa Olivia?- cerro y puso él pestillo después de entrar, no pude reaccionar porque ya la tenía encima mía besándome

-Esto pasa Isaac, no puedo aguantar más, te amo joder- dijo y siguió besándome, esperaba que esto no fuese un sueño sino...

La detuve, aprecié todo en ella, era demasiado real como para ser un sueño, en sus ojos se reflejaba un brillo de deseo, se mordió el labio, ese gesto fue demasiado sexy, volvió a besarme, seguimos besándonos, hasta que empecé a darle suaves besos en la mejilla, hasta llegar a su lóbulo y morderlo suavemente, soltó un gemido casi imperceptible y le acaricié el muslo, ella se estaba poniendo nerviosa, lo sabía porque le temblaban las manos un poco

-¿Qué te ha hecho venir Olivia?- le susurré en el oído- ¿te ha dado envidia Laura y quieres que te folle mejor que Álvaro a ella?- mi tono fue ronco, ya estaba algo excitado y ella, ella me estaba volviendo loco, sabía que se estaba sonrojando porque cuando le daba algo vergüenza se callaba para calmarse y no tartamudear

-¿Sabes? Quiero que me folles, pero no quiero que seas bueno conmigo, no lo quiero de película romántica, quiero que sea de peli porno, ¿sabrás?- dijo con un tono que no conocía en ella y empezó a mover sus caderas, Dios ya estaba perdido, la agarré del culo y la presioné contra mi ereccion, gimió levemente- estás siendo un nenaza Isaac

La empecé a desnudar, mientras la besaba ferozmente, sus pechos estaban sujetos por un sujetador negro, no le duró mucho puesto, de hecho no se lo pondría más, le arranqué el sujetador y lo tiré vete a saber donde, con su pequeño trozo de tela que cubría su intimidad hice lo mismo, yo me quité lo único que tenía puesto y lo tiré a un lado, me levanté a coger un condon pero ella me paró, me tumbo y empezó a besar por el abdomen, agarro mi polla con sus pequeñas manos y antes de hacer nada puso una sonrisa maliciosa, cuando la introdujo en su boca, tuve que hacer que parase, no quería terminar ya, así que me puse el condon y la senté a horcajadas, ella la puso en la entrada y con un movimiento de cadera hice que me agarrase por los hombros, seguimos moviendo las caderas, ella miró a otro lado y le agarré la cara, se estaba mordiendo el labio para no gemir, empecé a besarla y ahogó algunos gemidos en mis labios cuando más fuerte le daba, ella empezó a temblar y a tensarse, exploté y dejé un gruñido en su labios, ella mordió mi labio, por el sabor a metal supe que me había hecho sangre

-Con qué quieres lo bruto, ¿no?- salí de ella y me quité el condon, lo até y lo tiré

En menos de nada volvía a tener el arma recargada me puse otro y esta vez no fui amable, la puse a cuatro y le agarré del pelo, vi como mordía la almohada para acallar los gemidos, a mi me estaba costando también callarme así que la cambié de postura, la tumbé de espaldas a mi, le levanté una pierna y me hundí dentro de su humedad

-Voy a hacer que mañana te cueste andar- le susurré con voz demasiado ronca y eso hizo que ella apretase su agarré en mi brazo

Una vez terminé hice lo mismo que con el otro condón, empecé a besarla y bajé por su cuello, llegué a sus pechos y no tuve compasión con ella, mordí, lamí y apreté, ella me agarraba del pelo, seguí bajando, hasta que llegué a su punto débil, mientras introducía un dedo, después dos y así hasta que al final metí tres, empecé a hacer círculos con la lengua en su clítoris, cuando terminó me tumbé a lado, la abracé y le di un beso en la sien