Capítulo 36.-Sin rencores.

3.1K 388 44
                                    


Mi garganta está seca a pesar de que bebí agua hace un rato.

"—El dolor es inevitable, es algo que no se puede cambiar, no es opcional, eso viene con el simple hecho de vivir. Lo que sí es opcional es la forma como lo tomamos. Tenemos dos opciones: hundirse junto a tu dolor o tomarlo como impulso para ser valiente, esa es tú decisión, Bella."

Las palabras de mi padre cuando le conté lo que pasó con Matías y el porque me quise ir a Chapel Hill vienen a mi mente inmediatamente.

Esa vez yo decidí irme y vivir lejos, decidí hundirme junto a mi dolor, que estoy segura hubiera pasado si no hubiese buscado ayuda y América no toca mi puerta aquella noche.

Pero hoy no, hoy yo decido ser valiente. Ya no quiero tener miedo, mi cuerpo está cansado de mantenerse por pura inercia.

Mis hermanos junto con mi madre se acercan a mí, Ben toma mi mano en sinónimo de protección.

—Si quieres los saco de aquí.—me susurra mi madre.

Alzo la vista, su rostro está hinchado y sus ojos están rojos, a pesar de tener el dolor tan grande de perder al amor de su vida mi madre está ahí, firme por uno de sus hijos. Cómo la amo.

—Esto es una falta de respeto.—comenta Aurora.

—Tranquilos—trato de sonar tranquila a pesar de estar temblando.

—No.—habla fuerte Ben.—No tienes que cargar con esto Bella, no es necesario, basta.—me toma por los hombros, su agarre es bastante fuerte.—no sigas haciendo esto, para de hacerte la fuerte cuando sabemos que te estás destruyendo por dentro.—lo miro a los ojos. Su mirada refleja tristeza y preocupación. — Tú no eres la más fuerte, tú no te tienes que hacerte cargo siempre.

Por un momento sus palabras se quedan en el aire. Los chicos también se acercan a mí. Se me forma un nudo doloroso en la garganta.

No quiero tener un ataque de ansiedad frente a toda esta gente, debo controlarme, respirar, eso me dice la doctora, siempre y cuando me concentre en la respiración todo puede pasar.

—Bella, por favor. —me habla Jazmín. ¿Por qué mierda Ben siempre tiene la razón?

—¿Sucede algo? —pregunta América.

—Matías y Valeria están aquí. —le contesta Aurora.

Siento a mi lado a Alan tensándose.

Respiro profundo y por un momento siento que el nudo en mi garganta baja, cierro los ojos y los abro lentamente.

—Está bien. —susurro.—En serio estoy bien. Si los tengo a todos ustedes conmigo juro que estaré perfectamente. —digo en inglés para que Alan y los chicos me puedan entender.

Trato de camina hasta ellos, pero una mano fuerte me toma por el antebrazo.

—No tienes que hacer esto.—la voz ronca y suave de Alan me eriza la piel. —Si no estás lista, déjalo pasar.

Por un momento lo dudo, aún no ha pasado mucho tiempo, tengo muchas heridas que sanar, pero muy en el fondo siento que debo hacerlo.

—Lo haré contigo. —me volteo a verlo.

—¿Estás segura? —le sonrío y lo tomo por la mano.

—Contigo podré hacerlo.

Camino llevando a Alan conmigo. Mi corazón late con fuerza y mi nerviosismo aumenta con cada paso que doy.

Y comprendo, por fin entiendo que ya no amo a Matías, que de verdad hace mucho tiempo que no lo amaba, solo estaba acostumbrada a él, pensaba que era lo que merecía, solo lo tuve porque creí era mi zona de confort, porque nunca tuve el valor de decirle adiós.

La Bella y la Bestia.®✓[LIBRO EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora