63-No vas a lastimarme-

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Salí de la base y comencé a caminar por las calles que rodeaban la base mientras sentía ese olor metálico a sangre que desprendía el aire...ese olor a muerte que estaba por todos lados. Encontré varios cadáveres de animales y logré escuchar ruidos de zombies, suspiré y me di media vuelta, comencé a correr hacia la base y entré, Sammy me miró y caminó hacia mí.

Sammy: ¿Te sientes bien?

Yo: Sí, ¿por qué?

Sammy: Últimamente te comportas de una manera muy rara...

Yo: Es el cansancio.

Eiden: ¡Hey, Faith! ¿Puedo hablar contigo?

Yo: Emm...si, claro.

Caminé hacia donde estaba Eiden y Apolo me miró, quiso acercarse y levanté la mano, él asintió y se alejó de nosotras dos.

Eiden: No sé si recuerdas pero...nosotras dos eramos amigas.

Yo: Lo siento...pero no tengo recuerdos de mi infancia.

Eiden: ¿Tampoco recuerdas cuando te dieron tu diploma de medicina? 

Yo: Sólo puedo recordar cosas importantes como esas. Luego no recuerdo de nada.

Eiden: Así que...¿cómo es que haces para tener a 5 chicos hermosos a tu lado?

Yo: Son mis amigos, yo los protejo y ellos a mi. Es simple.

Eiden: ¿Sabías que voy a casarme?

Yo: ¿Si? Que bueno.

Eiden: Me gustaría que la directora sea mi dama de honor.

Yo: Con gusto lo seré.

Eiden: ¿Si? ¡Muchas gracias!

Yo: Y...dime, ¿quién es el afortunado?

Eiden: Tom.

~5 minutos después~

Entré sacada a la sala de entrenamiento y Tom me miró, le di un puñetazo y sus alumnos me miraron, seguí golpeándolo hasta que él me frenó y me alejó de sus alumnos.

Yo: ¿¡ESTÁS DEMENTE!? UNA COSA ES UN NOVIAZGO, ¿¡PERO UN MATRIMONIO!? ¡ESTÁS LOCO!

Tom: Vi que era la única manera de saber lo que tramaba con sus amigas y lo aproveché.

Yo: ¿Qué descubriste?

Tom: Quieren tomar la base a la fuerza asesinandote. 

Yo: No pueden asesinarme y lo sabes.

Tom: Quieren dejarte sin tus inyecciones, así pueden asesinarte.

Yo: No van a asesinarme así, sólo van a despertar a mi lado maligno.

Tom: Bueno, ellas no lo saben.

(Suena mi reloj) Yo: Bueno, debo ir a darme una inyección...después hablamos.

Salí de la sala de entrenamientos y caminé hacia las escaleras, subí y caminé hacia mi habitación, logré ver que la puerta había sido forzada desde afuera y entré, logré ver que todo estaba revuelto y corrí hacia mi cajón de las inyecciones, logré ver que no había ninguna y salí corriendo de la habitación hacia las escaleras. Logré ver que mis dedos se ponían negros y seguí corriendo hacia la enfermería, mis manos siguieron poniéndose negras y entré a la enfermería.

Ignacio me miró y miró mis manos, corrió hacia su cajón y agarró una inyección, corrió hacia mi y me clavó la inyección en el cuello, me la dio y luego volví a la normalidad.

Hard life. •Pausada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora