forbidden ||HS Y TU||

capitulo:#2

Solo puedo llorar después de lo que acabo de decir mi hermano. Solo puedo llorar, no tenia mas opción en esos momentos que solo llorar. Yo sabia que pronto ese hombre que no conocía me convertiría en Su prostituta, a menos que aceptara un negocio que poco le interesara, y eso lo se, aún que y si talvez lo logre y me de chance de dejarme libre. Pero a quien engaño, un tipo tan rico como con el que mi hermano acaba de negociar, va a aceptar una negociación tan pobre, con exactamente lo que puedo llegar a pagar.

Ahora mi conciencia me tortura de las pocas posibilidades que pueden haber, ahora lloro mas descontrolada mente, pero que puedo hacer en esos precisos momentos, solo llorar y desahogar mis penas, nada mas que eso.

Pronto el cansancio consume mi cuerpo, y el llanto hace efecto en dejarme completamente dormida.

Me despierto de golpe, por el sonido del despertador, dejando un gran fastidio en mi cabeza. Golpeo el despertador con mi puño, para que se calle y me deje dormir. Pero para cuando trato de dormir, no puedo ni cerrar los ojos. Me levanto de mi cama con la ropa que tenia ayer puesta, exactamente toda arrugada. Me tambaleo al pararme por el sueño que aún tengo pero que no me consume.

Bajo las escaleras con cuidado de no caerme, todas las luces están apagas excepto las de la cocina, y me asomo. Pero no esta mi nana a si que el que esta allí adentro es mi hermano, hay parado frente al horno observando como se cocinan los huevos que prepara, solo puedo mirar lo que realiza, en un estado de shok, mi hermano esta cocinando y el nunca cocina.

- ¿Que haces?- Preguntó

- ¿Que acaso estas ciega?, que no vez que estoy cocinando- Responde de mala gana

- Aja como sea, no estoy ciega y ¿donde esta nana?-

- A ¿ella?, sigue durmiendo- Responde de mala gana.

— Pues perdon por la pregunta— Digo en tono burlón.

— No, no te perdonare lo que me dijiste anoche— reclama.

— ¿Que, lo de la oveja negra?—

— Eso, por que eso me dolio—

— Que te duela mas, por que es la verdad, y tu no lo quieres aceptar —digo.

— Por que eres tan mala conmigo de un momento para otro— Pregunta.

— Por que tu cometiste una estupidez de un momento para otro— Respondo.

— Pero por lo menos yo trato de sostener esta familia— Dise exasperado.

— ¿ Sostener? E oído ¿mal?, por que tu lo único que heces es hundirla— digo, tratando de ofender a mi hermano.

— Ya as llegado muy lejos con tus insultos jovencita, y es mejor que cierres el pico— Dise mi hermano.

Salgo de la cocina con la sangre hirviendo entre mis venas.

Subo las escaleras directo a mi habitación, y sin mas me interno en el baño y me sumerjo bajo la ducha, con la ropa puesta, ya que definitivamente no puedo soportarlo mas. Me voy quitando cada prenda mojada, para poder untar me jabón y shampoo. Dejo que el agua relaje todos mis músculos tensos y despeje mi mente. Paso cerca de media hora bajo la ducha.

Aparto la cortina de baño de mi vista, cojo la toalla y me seco con esta, para luego enrollarla alrededor de mi cuerpo y salir del baño, ingreso en mi habitación, poniendo me mi ropa para estar en casa, que es un pantalón de yoga y una camisa blanca lisa.

Ahora solo puedo pensar en dormir, me subo a mi cama y me acurruco en medio de la cama dispuesta a dormirme, a los pocos minutos, ya estoy dormida y solo faltaba que llegara la mosca a la sopa. Mi hermano me despierta sacudiendo me el hombro, solo puedo darle un manotazo y el en reacción de mi movimiento, me sacude mas fuerte, hasta que ya arta de todo, me levanto de mi pequeño rincón.

- ¿¡Que quieres!?- Le grito

- ¿Ya viste la hora?- pregunta

- No, ¿que hora es?- pregunto

- Son las 9:35am -

- ¿¡Que!?- pregunto alterada

- Si, como me oiste, esa es la hora- responde

- Agh, de todos modos no iba a ir a trabajar, esa anciana me la tiene encima todo el tiempo- Digo, para luego volver me a acostar en el lugar donde estaba.

- Por lo menos, ¿ vas a desayunar ?- Pregunta

- No-

- Hay porfavor tienes que comer, te vas a enfermar- Dise

- Pues mejor, a si no tendré que entregarme a los brazos de ese " Pedo filo" que solo me quiere volver en su pros...- me interrumpe

- No digas eso, y ahora solo baja a desayunar- Me ordena

- No, ya dije y si no quiero, no quiero - Digo sentando me en la cama, poniendo cara de niña resignada.

- Bueno ... Pues me estas obligando, a hacer algo que no quiero- Dise, tomando mi brazo, jalando de este y poniendo me a acuestas sobre su espalda, de inmediato, solo hago pataleta sobre su espalda, esperando a que me baje, pero por mas pataleta que hiciera, el no me bajaba, a si que tuve que estar resignada a la situación.

Para cuando llegamos al living, el me bajo de su espalda y me sentó en una de las silla del comedor. Y yo como niña infantil, solo hice puchero, cruzando me de brazos como niña de 5 años.

- Hay, no me pongas esa cara, que aquí el perjudicado soy yo- dise mi hermano

- ¿ Perjudicado tu ?, hay porfavor no me hagas reír, si la perjudicada soy yo, yo soy la que se va a ir con un tipo desconocido, y la que pronto se convertirá en una prostituta- Respondo con mala cara

- Porfavor ______ no empieces, ¿si?- Suplica

- Pues no, no pienso ser parte de tus truquitos, de venta solo por que se te la regalada gana- Respondo parando me de la mesa

- ¡Pues tu señorita, no te mueves de esta mesa, hasta que yo diga!- Ordena, lo cual yo no acato, me toma del brazo jalando de este, sentando me de nuevo en la silla.

- ¡ Dejarme en paz!, ¿ puedes?- Pregunto

- No, no te dejare en paz hasta que superes lo de la apuesta- Dise

- Hasta que supere ¿que?, ¿mi venta?, eso pero claro tu lo dices, por que tu no eres el objeto vendido, ¿cierto?- Digo

- ¡ Ya basta ______!, me tienes cansado con tus reclamos-

- ¿Y que mas quieres que haga?, si no puedo hacer mas, o ¿acaso quieres que te agradezca por lo que hiciste? - Digo, con las lagrimas desbordando de mis ojos.

- No pero...- le interrumpo

- Pero nada, trato de que entiendas que yo tengo sentimientos y una familia, de la cual no quiero separarme?, ¿que no entiendes que me duele? - Digo con las lagrimas corriendo por mis mejillas.

- Pues, perdon, lo siento de no haberte escuchado desde un principio, pero a mi también me duele, ver como me desprecias- Dise con los ojos cristalizados.

- Entonces que quieres que haga, ¿que esparza florecitas a tu alrededor y cantando canción citas dandote todas las gracias?, ¿¡enserio!?- Digo parando me de la silla subiendo las escaleras, con las lagrimas corriendo por mis mejillas.