Narra Manu.
Abrí las piernas de Mateo para colocarme entre ellas, con mi cabeza metida en el hueco de su cuello y hombro.
Dándole pequeños besos, su mano acariciaba mi nuca y la otra me apretaba contra él, haciendo que nuestras erecciones choquen causando fricción.
Soltó un jadeo cuando mis besos descendieron hacía sus clavículas.
Mis manos acariciaban su cintura, subiendo. Con pequeños besos sobre su piel, bajé hacía su pezón. Rozando mi lengua con esta.
Mateo soltaba gemidos bajitos, dejé un pequeño beso sobre su pancita para levantarme y poder quitarle el pantalón.
Tenía los labios rojos, estiré su pantalón logrando sacarle. Lo tiré en el suelo, sentí las manos de Teo agarrando el borde de mi remera. Alcé los brazos para que pudiera quitármelo.
Volvió a acomodarse sobre el sofá, agaché mi cabeza dejando un beso sobre la tela del bóxer, los bajé un poco.
Pasé sobre la punta de su miembro mi lengua, moví mi cabeza, metiendo y sacándolo de mi boca. Mientras Mateo acariciaba el poco cabello que tenía.
Apreté mis manos sobre su cadera, saqué su miembro de mi boca, pasando mi lengua por toda su extensión.
—Manu... —mi nombre sonaba tan bien saliendo de su boca como un leve gemido.
Lo volví a meter, sintiendo como Mateo movía sus caderas bombeando con cuidado en mi boca.
Me separé de él antes de que me dé arcadas dejando un hilo de saliva, llevé mis manos a su tronco moviéndolo. Subiendo y bajando por toda la extensión, unos minutos bastaron para que se corriera salpicando mi cara un poco.
[...]
Pegué mi cuerpo al suyo, queriendo sentirlo más contra mí. Deslicé su bóxer por sus piernas, quitándoselos para luego quitar los míos junto con mi pantalón.
Lo acosté en la cama, dejando dos dedos a la vista, los acerqué a su boca.
Sentí la lengua de Mateo por el medio de mis dedos y como los chupaba. Los saqué de su boca para luego llevarlo a su entrada.
Al moverlos, Mateo hizo una mueca poniendo su bracito sobre sus ojos. Besé sus muslos, subiendo un poco mientras lo estimulaba. Retiré mis dedos de su interior levantándome a buscar forros.
—B-buscálos en el segundo cajón. —apuntó hacía el costado de la cama.
Abrí el cajón encontrando una foto de Teo cuando era bebé y los forros. Agarré la foto, viendo lo lindo que era de chiquito y lo sigue siendo. Sonreí guardándolo de nuevo.
Cerré el cajón, volví junto a Mateo colocándome el preservativo. Acerqué mi cuerpo al suyo, besando sus labios alineando mi miembro en su entrada introduciéndolo lento.
Tenía mis rodillas flexionadas en la cama, con las piernas de Mateo a cada lado de mi cuerpo.
Una vez ya dentro y que Teo se acostumbrará, apreté su cintura comenzando un suave vaivén.
Los gemidos de Mateo se volvían cada vez más fuertes, llevó su manita a su miembro dándose placer mientras aumentaba mis movimientos en unas embestidas fuertes y profundas tocando su punto dulce.
—¡Ah Manu, dios! —gimió, tenía sus mejillitas sonrosadas.
Mis manos apretaron sus muslos, soltando suspiros, lo embestí profundo y un poco brusco, sentí su interior contraerse corriéndose sobre su abdomen y el mío.
—La puta madre... —solté un jadeo dando unas embestidas más corriéndome.
Dejé caer mi cuerpo sobre el suyo, con cuidado sin llegar a aplastarlo. Nuestras respiraciones estaban agitadas.
Sentí los labios de Teo besando mi hombro, sonreí mirándolo con su cabellito pegado a la frente por el sudor, me levanté saliendo de él.
Fui al baño para botar el forro, al volver agarré el bóxer de Mateo pasándoselo mientras yo ponía el mío.
Subí a la cama, Teo se había acomodado quedando boca abajo. Dejé un beso sobre su espalda pasado mi mano por su cintura dispuesto a dormir.
❛❛ Nuestros cuerpos extasiados que sudaban de placer.
Enredados en la sala, en el sofá.
Al unirse nuestros cuerpos, todo era celestial.
Los gemidos que nacían de dos cuerpos desquiciados; desquiciados de locuras y de coitos alcanzados.
Los gemidos delataban supremas sensaciones.
Animales salvajes fuimos nosotros en ocasiones.
Entregamos el alma, la vida de nuestros cuerpos, ternura en las miradas y amor en cada incienso.
Amor en cada roce, pasión en cada beso, fundidos tú y yo en un eclipse de deseos. ❜❜[2/2]
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El Círculo.
DiversosEn donde Valentín tiene un flechazo con su vecino de piso y Manuel intenta chamuyarse al amigo de éste. ɴᴏᴛᴀ. Es la primera vez que hago y publico una fic, no va a ser lenguaje propiamente Argentino, una disculpa, pero voy a intentar hacer lo mejor...