La vida puede cambiar de un momento a otro. Para Anna lo había hecho hace seis meses. No quería ataduras. No quería dolor. Ella solo quería descansar. Amaba a su familia, y tenía un gran futuro con su novio. Pero todo eso puede variar. La vida a vec...
La puerta se abre, el doctor ingresa y le da un apretón en el hombro a Sergio.
- Doctor, ¿Cómo esta ella? ¿Ha mejorado?
- Sergio, lo que no sano durante seis meses es poco probable que lo haga ahora y con rapidez.
Trate de escuchar lo que decían. Soy consciente de que, a pesar de no estar al lado de ellos, mi novio siempre dice que yo siento lo que sucede a mi alrededor.
- Pero hay algo que podemos hacer. No podemos dejar que ella quede así. Ustedes son los médicos. ¿ No pasaron toda su vida estudiando para sanar a las personas? - Dice Sergio de manera alterada-
- Escúcheme, la situación de Anna es compleja. Llego hace seis meses con laceración cerebral, ocho costillas rotas, una perforación de pulmón y además lo más probable es que no vuelva a caminar. Venía a decirle que la familia está afuera en la sala de espera, hoy es sábado y debemos tomar nota de las personas que tienen permiso de pasar tiempo aquí.
Me alejo de la puerta y me siento cerca a la ventana.
Hoy es el día.
En el fondo escucho la risa y los pasos de mi mejor amiga y mi madre entrando a la habitación. Me separo un poco de ellos y los veo por última vez. Me acerco a mi mamá y guardo su hermosa sonrisa en mi mente. Abrazo a mi abuela por la espalda y le doy gracias por todo lo que ha hecho por mí. Miro a mi mejor amiga y tomo su mano, mientras de mi mejilla bajan unas cuantas lágrimas. Por último, miro a Sergio él toma mi mano, en realidad nunca me ha soltado, pero es tiempo de partir y dejarlo ser libre.
Me paro al frente de él. Mientras intento besarlo y le susurro: "Se feliz por los dos, te amo. Debes de seguir, eso es por los dos". Me acerco a la camilla veo las sonrisas de todos los que están conmigo aquí. Es una decisión difícil. Pero ya estoy agotada. No puedo más.
Empiezo a escuchar a los pajaritos cantar mientras recuerdo la última vez que estuve en la playa con Sergio. Ahora ya todo es silencio. Ya estoy en paz.
Todos estaban riendo en la habitación. Maggi quería que conocieran a su pareja, era la primera vez que tenía sentimientos por alguien.
De pronto, en la máquina de signos vitales se escuchó un pitido ensordecedor. Su abuela empezó a llorar mientras enviaba suplicas al cielo y pedía por el alma de su nieta. Maggi, estaba petrificada en el fondo de la habitación y pensaba en lo injusta que es la vida con ella. La madre de Anna corría por los pasillos buscando al doctor, mientras Sergio se abrazaba al cuerpo ya sin vida de su novia y le susurraba al oído cuanto la amaba.
Después de seis meses en coma. Anna murió un 14 de abril del 2018 a las 13:20 Pm.
No quería ser una carga para su familia, y había intentado de todo para despertar, pero no lo había conseguido. Solo agradeció al cielo por haber tenido tan hermosas personas con ella durante su corto tiempo de vida, sin embargo, le hubiera gustado vivir más cosas. Tener un hijo con su novio. Entregarle a su abuela la casa que le compro el invierno pasado, poder recorrer el mundo con su mejor amiga.
Todo tiene una razón de ser. Solo esperaba que ellos cumplieran e hicieran todo lo que ella no pudo. Porque la vida es muy corta. A veces es solo un instante.
Este es el final de la historia. Lo sé, es triste. Pero es un relato del último día de Anna. A decir verdad, puede que la historia continúe. Todo depende de ustedes. Podríamos contar la historia de Sergio y Anna, pero ya conocerían el final. Por el contrario, contar la historia de Sergio después de Anna. Y, por último, la vida de Maggy.
Pueden ser algunas de las opciones. Espero que hayan disfrutado de la historia. Recuerden seguirme en redes sociales. (Compartimos opiniones sobre libros y en mi blog para leer mis relatos y reseñas). Gracias. Nos leemos a la próxima. ♥
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