Una prostituta enamorada

descubrimiento

Pasaron 3 meses en los cuales Alberto no me enseñaba nuevas cosas, supongo por que mamá pasaba más tiempo en la casa ... aveces me lo cruzaba en los pasillos de la casa y sólo me daba una nalgada o algo así pero nada más que eso.

En una hora mamá se va al trabajo toda la tarde y estoy ansiosa por que alberto me vuelva a besar y hacer esas cosas que me enseña, la pasamos tan bien que hasta pensé en pedirselo en estos 3 meses que no pasó, pero no sabía como hacerlo.

  Mientras espero que mamá se vaya me recosté, pasó un momento y vino un recuerdo a mi cabeza, hace una semana estaba en mi cuarto cuando empecé a escuchar gemidos, creía que Alberto estaba acariciandose como cuando lo encontré haciendolo en su habitación por lo cuál me dirigí a ella para poder observarlo. Me asomé a la puerta de su habitación y no estaba ahí pero empecé a oír más fuertes los gemidos, acompañados con otros femeninos. Avancé por el pasillo siguiendo el sonido hasta que llegué al cuarto de lavado y vi a mamá sentada sobre el lavarropas mientras Alberto introducía su pene dentro de ella, una y otra vez. Cuando vi esa imagen me escondí detras de la cesta de ropa sucia y me quedé observando.
  Mamá estaba totalmente desnuda y pude divisar como sus pezones se habían endurecido y erectado tal y como se ponen los míos, Alberto la agarraba de las piernas y la penetraba fuertemente, con cada embestida mamá gemía un poco más y sus ojos se iban para atrás quedando en blanco. Alberto también gemía y fue aumentado su tono hasta que empezó a decir "me voy a venir" repetidamente, no sabía lo que significaba eso está que vi sacar su pene del interior de mi madre y ver como ese liquído vizcoso salía de él. Mamá empezó a reir - no grites, está durmiendo mia - dijo.
-perdón, pero no estarás en todo el día y necesitaba descargar - dijo alberto.

  Luego no escuché más por que me escabullí para volver a mi habitación, cuando me senté en la cama noté que mis bragas estaban húmedas y sentí un poco de envidia hacia mi madre.

  A pesar de que ya pasó una semana no puedo borrar esa escena de mi cabeza y no puedo dejar de desear que Alberto me enseñe eso, se veía placentero ..