Pródigo.

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Después de comer...

—Donghae!! Tienes que ver al chico nuevo. — el grito de mi  amigo Heechul se escuchaba por todo el largo del pasillo del colegio

—¿Te refieres al chico más sexy del mundo?— le contesté mientras intentaba abrir mi casillero, no podía hacerlo por la cámara que detenía.

—Claro que no, ese tipo es asqueroso. Según escuché que lo echaron de los últimos colegios que fue, y Min Hyuk dice que está en libertad condicional. — me dijo esto último casi en un susurro— Además, todo mundo sabe que Siwon es el chico más sexy del mundo.— dijo dandome un codazo.

—Y yo que sé. Siwon es mi hermano, ¿Recuerdas?—le dije al momento en que sostenía mi cámara para que no se me callera

—Durante el almuerzo...te pregunto por mí, ¿Verdad?— me dijo juntando las manos y mirándome con esa mirada de cachorro enamorado que ponía cuando miraba a  mi hermano y dando saltitos a la vez.

—si, clarooo— le contesté mientras metía el cuaderno de la siguiente clase.— Me dijo: ¿Cómo está Heechul? Y yo contesté: muy bien. Y después me dijo nos veiamos en casa.... Y eso fue todo—
En verdad lo juro, si mi amigo Heechul tuviera un poco de maldad, pensaría que únicamente era mi amigo para acercarse a mi hermano, como la mayoría lo hacía.

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—podrias darte prisa— dijo al tiempo que tiraba de mi brazo.

—no entiendo para que ir corriendo Heechul— le dije deteniendome un poco para descansar — voy saliendo de la clase de baile y aún me encuentro un poco exausto.

— y no podías faltar el día de hoy? Pesaba que ya te habías arrepentido de entrar ahi, además mira como te pones y te veo muy pálido... Seguro que estás comiendo bien?

Lo volte a ver mientras ignoraba si última pregunta.

—talvez siempre no lo haga— le dije al momento que levantaba un poco la cabeza asi arriba— Mis padres no quieren que deje el baile, y además no consigo que me salga bien el último paso, y ahora la fotografía, tampoco consigo que me salga una muy buena para el proyecto escolar.

—pero es para mañana pez—

—pero es que así no puedo entregarlo.—

—yo no creo que te allá salido tan mal— replicó Heechul—. Además, pareciera que al chico nuevo le gusta tu fotografía.

—¿Queee?!

—venga tienes que ver esto.— Y corrimos hacia la clase de Fotografía, que estaba por tocarnos.

—eres raro sabes...— comenté aferrándome la cámara contra mi pecho.

—aqui viene— avisó Kim Ryeowook cuando nos acercamos al aula. Un grupo de estudiantes, reunidos frente a la puerta de entrega, se apartó para dejarnos pasar. Pero Lee Sungmin me miró y le susurro algo al Ryeowook.

—¿Que pasa?— pregunté.

—es el — contestó Heechul, señalando.

Me detuve y lo mere fijamente. Su forma de vestir no era para nada normal, no llevaba el uniforme  si no al contrario, llevaba una camiseta negra, unos vaqueros rasgados y un poco sucios. Su cabello, enmarañado y teñido de rubio, le ocultaba el rostro; y en sus pálidas manos sostenía mi fotografía y además de eso estaba en mi sitio.

Me aparte del grupo de mirones y me dirije a grandes zancadas  asta el.

—disculpa, estás en mi sitio.

—Entonces tu debes de ser Donghae— contesto sin alzar la vista. Había algo en su voz que me hizo poner los pelos de punta. Así que di un paso atrás.

—y tú cómo lo sabes?— pregunté.

Señaló la fotografía por la parte de atrás.

—Lee Donghae. Tus padres deben de esperar mucho de ti— opinó aún sosteniendo mi fotografía entre sus manos.

—asi es. Y ahora muévete.

—Esta fotografía no vale nada. — afirmó—. Toda esta parte de aquí está tomada mal y esta parte de aquí no tomaste buen el ángulo. — Estiró el brazo y me quitó la cámara de las manos.

Me irrito su atrevimiento, encendió la cámara y la puso en la fotografía que tenía que arreglar, no podía ver lo que estaba haciendo pero tenía el precentimiento de que algo le hacía a mi trabajo que días atrás no sabía cómo tomar bien el ángulo y que me saliera perfecta.

—detente— le ordené—. Es mia. Delvuelvemela. —. Intenté arrebatar la, pero el me lo impidió—. ¡Que me la devuelvas!

—dame un beso— dijo.

Oí como a Heechul se le escapó un quejido.

—¿Que dices?—pregunté.

Agachó más la cabeza. La enmarañada melena le cubria el rostro, pero logré ver qué llevaba un colgante con una piedra negra.

—pero ¿Quien demonios te crees que eres?— mascullé, agarrándolo de la muñeca de la mano con la que sostenía mi cámara.

—¿No me reconoces?— Alzó la vista y se apartó el pelo de la cara. Tenia un rostro tan blanco como la nieve, la mandíbula se le marcaba y sus labios eran gruesos y rojos. Pero  al ver sus ojos me quedé de piedra. Eran tan oscuros y tan profundos, que podía reflejarme en ellos, eran esos mismos ojos que me enamoraron cuando era un niño de tan solo 7 años de edad.

—Hyuk Jae?—. Le solté la mano y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Un millón de preguntas bombardearon mi mente—.
¿Sabe Siwon que estas aquí?

Hyuk Jae se llevó una mano a la piedra negra que colgaba de su cuello, y entreabrio los labios para empezar hablar.

En ese momento, el profesor Kim se acercó a nosotros, con los brazos cruzados y un mirada muy sería.

—Te avise que antes de unirte a esta clase tenías que informar al consejo académico — le advirtió a Hyuk Jae—. Si no me vas a respetar joven Lee, quizás esté no sea lugar para ti.

—ya me iba. — Hyuk Jae se levantó, empujó la silla asia atras, y paso a mi lado; el cabello teñido le cubría de nuevo los ojos—. Hasta luego, Donghae.

Tome la cámara y observé la foto que había estado arreglando y me di cuenta que realmente estaba mal tomada y por arte de magia y de unos cuantos efecto quedó tan increíble a como me lo imaginaba. Salí a toda prisa, pasando junto al profesor Kim y a los estudiantes que se encontraban frente a la puerta.

—Hyuk Jae— grité. Pero el pasillo estaba desierto.

A Hyuk Jae se le daba bien desaparecer; de echo era lo mejor que se le daba.

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Oscuro Divino (EunHae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora