Rebeldía {Juliantina AU}

Capítulo I; coreografía

Valentina estaba nerviosa y desesperada, y conforme el tiempo pasaba, estos sentimientos de angustia solo empeoraban. Ya era la quinta vez en menos de diez minutos que asomaba un poco su cabeza entre las grandes cortinas del auditorio solo para comprobar si aquella persona que tanto anhelaba ver entre el público por fin se había dignado a aparecer, pero como en los últimos cuatro intentos, no tuvo suerte.

— Valentina, ¿estás segura de esto? Todavía podemos parar todo. — la chica de cabellos naranjas y cuerpo robusto preguntó, mostrándose aun más nerviosa que la misma Valentina. Ésta última no respondió, por el contrario, volvió a entreabrir un poco las cortinas para echar otro rápido vistazo. — Valentina, ya va a llegar, en serio, no es necesario hacer todo este show para llamar su atención. Él te adora. — Intentó llamar su atención una vez más, tomando la mano de la ojiazul para que voltease a verla.

Valentina suspiró y cerró los ojos por unos segundos mientras contaba mentalmente para tranquilizarse. Últimamente sus amigas la hacían perder la paciencia muy seguido, o quizás todo se debía al estrés que le ocasionaba su vida. Como su frase célebre bien decía; es muy difícil ser yo.

— Fran, querida. — musitó tranquilamente, regalándole al mismo tiempo una pequeña sonrisa. — Dos cosas; uno, si tanto me adorara, estaría aquí sentado desde hace media hora como todos los demás papás. Hasta el papá de Lucho que tanto lo hace enojar esta aquí en cada evento escolar. — Valentina explicó. Fran no dijo nada ya que era cierto; a pesar de que el padre de Lucho tenía un carácter fuerte, siempre estaba presente en la vida de su hijo. — Dos, me costó mucho trabajo montar esta coreografía como para echarme atrás. Además, esto no es solo por darle una lección a mi papá... se trata de empezar el año con el pie derecho. Mostrarle a los demás que los de cuarto somos dignos de ser parte de las fiestas de los de sexto y quinto.

La ojiazul dijo esto un poco más bajo solo para que su amiga escuchara, ya que todo era un secreto. La administrativa del colegio Mountain View no tenía ni idea de lo que ocurriría en tan solo unos cuantos minutos, para ser más exactos, cuando el director Vega dejara de dormir al público con el mismo discurso de inicio de año que todos estaban cansados de escuchar.

— ¡Valentina! — Nayeli exclamó casi sin aire al llegar frente a las otras dos chicas. Parecía que había corrido un maratón. Con ella se completaba el trío de oro, como entre ellas mismas se denominaban, siendo mejores amigas desde el primer año escolar. Nayeli a diferencia de Fran, tenía el cabello morado oscuro casi negro, muy rizado y era muy delgadita. — Ya están todas las niñas listas, en cualquier momento el señor Vega nos anunciará. Hay que ir a posición.

Valentina recuperó la emoción que la preocupación por su padre había amenazado por opacar y dando pequeños saltitos se dispuso a seguir a su amiga Nayeli cuando nuevamente Fran interrumpió, haciendo que las otras dos pararan en seco. — Valentina, en serio, todavía estamos a tiempo.

— Estamos a tiempo de que tú señorita vayas y te encargues de que todo lo del sonido esté listo. Acuérdate de poner la canción cuando yo te haga la señal. — le recordó y sin más se dejó guiar hasta quedar en posición.

El señor Vega tenía más de media hora dándole la bienvenida tanto a los alumnos como a los padres de familia a un nuevo ciclo escolar en el colegio Mountain View, uno de los más prestigiados de todo México. Éste siendo un internado que asegura la mejor educación para los hijos de las figuras más importantes del país. Entre el público se podían ver a varios estudiantes cabeceando y amenazando con quedarse dormidos con solo una palabra más por parte del director, también padres que se veían un poco impacientes con la demora del evento ya que seguramente tenían otros pendientes que hacer, y ahí, en una de las butacas asignadas para los estudiantes de cuarto año, se encontraba Juliana Valdés fingiendo prestar atención al hombre de mayor edad.