Benjamín Lauper

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Me tomo unos cinco minutos decidirme si entrar o no, al final entre al Jackson, mientras iba caminado mamá me llamo

- ¿Donde estas Abie?

-¿ahora te preocupas por mi o David te obligo a que me llamaras?

            - no seas una grosera Abie, no debí llamarte… - me colgó sin yo haberle contestado ¿qué le había pasado a mamá? ¿Quién me la había cambiado? Esa no era ella, estaba tan diferente, volví a pensar si subir o no, ya estaba dentro del Jackson pero no me decidía en subir o no a la habitación de David, estaba en medio de las escaleras como en shock, ni yo misma sabia que me pasaba, estaba perdida en mis pensamientos, en el comportamiento extraño de mamá hacia mí, en lo que sentía por David, era una mescla de amor, amistad, creo que era más bien amistad, no podía sentir algo mas por él, no tenia porque, él nunca me dio una razón lógica para que yo me enamorara de él , ¡no! No era amor era cualquier otra cosa menos amor…

- ¿necesitas ayuda? – estaba tan perdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta que estaba sentada en las escaleras, la voz era de un hombre, no lograba reconocerla volvió a hablarme - ¿te sientes bien? – cuando vi su rostro era hermoso, moví mi cabeza en forma de negación, el acerco su mano para ayudarme a levantar.

- gracias – le di un pequeña sonrisa de agradecimiento, el me la devolvió

-¿ibas a visitar a alguien? ¿Te puedo acompañar si deseas? – No sabía que decirle parecía estúpida, tenía cara de pendeja  - no te ves bien, vamos a mi consultorio - ¿Qué? Tan mal me veía, no me sentía mal, bueno si me sentía mal, pero  no era nada de salud

- no, me siento bien, gracias – seguí caminando pero el tomo de mi brazo

- no te ves nada bien, estas pálida, hazme caso y vamos deja que te revise, tu novio puede esperar unos minutos más, prometo no demorarme – ¿mi novio?

- ¿eres asi con todo el mundo? Y no voy a ver a mi novio…

- no, porque nunca había visto alguien asi como estas tu, siento la necesidad de ayudarte ¿ahora iras conmigo al consultorio o seguiremos aquí discutiendo?

- nadie está discutiendo, y yo no me siento mal estoy completamente bien, adiós. – me dirigí a la habitación de David pero él me volvió a tomar del brazo.

- mi consultorio no queda por acá… - ¿qué mierda? Este tipo ya me estaba frustrando

- ¿si me examinas me dejaras tranquila de una vez por todas?

- lo prometo – me alzo la mano en forma de juramento y fuimos hacia su consultorio, una vez ahí empezó a examinarme con el estetoscopio  y me dijo que mi ritmo cardiaco estaba un poco lento, no estaba muy regular, me pregunto si había comido y pues no, no había comido aun me dijo que fuera a comer si no quería sufrir de una gastritis, empezó a escribir en una hoja…

- ¿eso es todo? ¿ya puedo ir a ver a mi amigo?

Merecemos Lo Que SoñamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora