Capitulo 2

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*Tres años despues*
(Meliodas y Elizabeth tienen 19 años)

El rey y su hija se encontraban en el carruaje, llendo al castillo Demon. De repente el padre decidió hablar y ante los ojos de la chica parecia preocupado.

Rey: escuchame hija... tengo que decirte algo importante.

Elizabeth: me diga padre, me está preocupado

Rey: yo soy muy viejoy detro de poco va a llegar mi momento de-

Elizabeth: ¡no diga asi padre!

Rey: tendras que acostumbrarte a estar sin mi... — dicho eso agarró la manós de su hija y las apretó entre las suyas — mi ultimo deseo como padre... — la miro fijamente en los ojos — ...es que te cases con Meliodas

Elizabeth: no... porfavor

Rey: prométeme que lo vas a hacer

Elizabeth: no lo puedo hacer — buscó de safarme del agarre de su padre

Rey: te lo pido como padre — el carruaje se para — ¿p... porque nos paramos? — pregunta bastante confundido

Guardia: — de repente este abre la puerta y pregunta — tuvimos problemas, mi rey y Lady Elizabeth... ¿pueden bajar?

Rey: ¡pero si nos paramos llegaremos tarde! — exclamó fastidiado

Elizabeth: tranquilo, llegaremos a tiempo para ver la reina y el principe Meliodas

El rey acepta y los dos se bajan. Despues de un poco los caballeros se suben a los caballos. Pero no todos...

Rey: ¿podemos entrar?

Un Caballero se acerca de atras y ataca el rey con la espada.

Elizabeth: ¡padre! — gritó asustada

Rey: ¡escapa! ¡Vete! (Almenos salvate tu...)

Elizabeth se va corriendo sin mirar atras. Sentia los gridos de su padre, pero ella seguia corriendo los mas veloz que podia. El castillo Demon no estaba cerca, no tubo problemas a encontrarlo. Rapido busco ayuda.

Elizabeth: ¡ayuda! ¡Porfavor! ¡Ayudenme!

Reina: ¿que sucede?! — se acerca corriendo a la chica — ¡princesa Elizabeth!

Elizabeth: ¡mi padre esta en peligro! ¡Ayudenlo! ¡En el bosque! — gritó entre lágrimas

Reina: ¡caballeros! ¡Han escuchando? ¡Vallan rápido! — los caballeros obedecen y se van

Elizabeth: si no es tanto estorbo voy con ellos

Reina: no! ¡Es muy peligroso! ¡Regresa! — pero ya era demasiado tarde, la joven princesa ya se habia subido a un caballo y se habia ido, sin decir nada más

Cuando llego vio el cuerpo de su padre con una profunda herida en el estómago.

Elizabeth: ¡padre! — se baja del caballo y se acerca a el

Prometidos desafortunados | Melizabeth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora