ツ Yes, Daddy~ ♕ Jeongguk ♕
- Me perteneces, entiéndelo de una buena vez. - Estaba frustrado, no soportaba ver a su mujer con otro.
- Dios mío, no actúes como un bobo. - Comenzó a enojarse, no soportaba que la trataran como un objeto, bendita la hora...
- Antes de que te pongas la venda... necesito que tambien te pongas esto... - Me entregó una lencería que en realidad no cubría casi nada- Pontela enfrente de mi...-Tomo asiento en la cama, jamás me había cambiado enfrente de un hombre.- Hazlo. -Ordenó.
Con demasiada vergüenza comencé a desvestirme, su mirada me incomodaba, torpemente me quite mi lencería para ponerme la otra, el no paraba de morderse los labios, pude notar que se encontraba excitado, su gran bulto lo delató, termine de ponerme esa lencería tan horrenda, el se levanto de su lugar mientras se quitaba su corbata, tomó la venda y cubrió mis ojos con ella, sentí como tomaba mis dos manos y las ponía detrás de mí... ¿qué es eso? ¿me puso unas esposas? así es, me puso unas esposas, ¿qué planea?
- Arrodíllate. - Obedecí de inmediato, estaba nerviosa, no sé lo que planea hacer o tal vez si tengo la idea pero me hago tonta.- No quiero que te muevas... solo usaras esa boquita tan carnosa que tienes. -Solo trague en seco, escuche como bajaba el cierre de su pantalón. - Abre la boca. - Volvió a ordenar, tenía miedo, lo estaba pensando. - ¡Ahora! -Ordeno más fuerte.
No tuve otra opción más que obedecer, era asqueroso lo que sentía, el desgraciado pasaba su pene erecto por todo mi rostro.
- Dale un beso...- Ordenó mientras ponía su pene enfrente de mis labios, no tuve remedio que darle un beso a su glande. - Abre la boca, baby.
Volví abrir la boca, su pene entro en ella, me daba asco, moría de ganas de vomitar, embestía mi boca, me tomó por el cuello y siguió embistiendo mi boca, mi mandíbula no la sentía, solo esperaba en que no se viniera en mi boca, no soportaría tener su semen en ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Carajo. - Gruñía con cada embestida. Era rudo, demasiado. - No aguantaré... más.- Hablo agitado. - Desde aquí... tu trasero se ve... jodidamente rico...
Saco su pene de mi boca, escuche que daba pasos, tenía miedo ¿qué piensa hacer ahora?. Una cadena era arrastrada, al menos eso parecía, tomo mi rostro y roso sus labios con los míos, mi corazón latia demasiado, como si se llegara a salir de mi pecho.
- Te vez hermosa... tan sumisa. -Quitó la venda de mis ojos, lo primero que vi fue su pene en mi cara, desvie la mirada. Soltó mis manos y me tiro a la cama.- Creo... que es momento en que penetre ese coñito. - Se posiciono entre mis piernas, estas temblaban.- Tranquila, baby.
Se acercó lentamente, sentía miedo, su lengua se introdujo en mi boca, batallando con la mía, y sus manos en mi cadera, sus labios besaban lentamente mi cuello, mientras que una de sus manos se poso en mi pecho derecho apretandolo.
- Joder. - él se separo de mi, de repente y tomo algo de los cajones. - Será mejor usar esto. Mañana te pondrás un DIU. - comentó algo apresurado mientras rompía el envoltorio y cubría su pene. Volvió hacia mí con una sonrisa que me daba miedo.
Sus manos acariciaban mi abdomen provocando una descarga eléctrica en mi cuerpo, suavemente comenzó a quitarme la braga, me volteó e hizo que mi trasero se levantara un poco.
- No quiero que sueltes un gemido, suspiro o quejido, ¿ok? - Solo asentí.
Escondí mi rostro en la almohada, mi trasero ardió de repente, quería quejarme pero lo único que hice es morder mi labio. De un golpe entro en mi, mordí la almohada, este hombre no tenía piedad
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Carajo, estas tan estrecha. - Decía en gemidos, comencé a odiar sus nalgadas, me dolían demasiado, mi trasero ardía mucho. - ¿Te gusta, baby? - ¿Cómo le puedo decir que no? me estaba doliendo mucho.- Contesta.- Volvió a golpear mi trasero.
- M... Me duele.
- ¿En serio? - Volvió a embestirme de una manera tan cruel. - Gime para mi, baby...- Me embestía cada vez más rápido provocando que mis gemidos salieran. - Eso... gime para mi... perra. - Lo único que quiero es terminar con esto ya, no lo soporto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tal vez a muchas mujeres le gusta este tipo de sexo, tan rudo y bruto, pero ese no es mi caso, el dolor que siento en mi entrada es verdaderamente horrible, dudo mucho que me acostumbre a este trato, no logra calentarme esta situación, por muy guapo y sexy que sea este hombre, tiene el corazón podrido. Cara vemos, corazones no sabemos.