Una spark y un corazón pueden fusionarse

Cap. 7: Cuestionamientos

Ya se, prometí actualizar pronto, no me maten por favor. En este capitulo explico un poco sobre los inicios de M. E. C. H, ademas de otras cositas.

Si de verdad les gusta la historia, lean notas al final del capitulo, por favor.

Disfruten la lectura.

Cuando Silas comenzó a dar problemas pudieron rastrear su información hacia una desaparecida división (ubicada en Nevada) del ejército donde se creaban armas y proyectos de gran alcance bélico. Sin embargo, cuando se empezó a investigar, todos los expedientes de la división fueron borrados, los archivos que quedaban en físico fueron sustraídos mientras se trasladaban al archivo general en Washington y todo servidor que tenia un bite de información sobre el tema, explotó de forma misteriosa en la misma fecha. Pocas personas recordaban algo sobre aquella división, y la mayoría eran generales intocables que nunca accedieron a hablar sobre el tema.

La información que se tenía de Silas apenas llenaba dos hojas, en las cuales figuraba su nombre, su edad aproximada y un vago reporte a base de algunas recopilaciones orales de personas que lo habían visto de lejos. La información de M.E.C.H. era un poco más amplia, pues se trataba de un reporte detallado de todas las zonas atacadas por la organización, que habían obtenido y que habían podido averiguar, lo cual no era mucho, pues M.E.C.H dejaba los lugares limpios.

Sin embargo, anexado a esos dos delgados expedientes se encontraba un expediente bastante grueso, que además de contener datos personales, tenía una amplia recopilación de las declaraciones y testimonios que Dánae había podido aportar. De hecho, la mayoría de la información que contenía el expediente de Silas, lo había aportado ella. Eran datos vagos, pues no recordaba mucho sobre la información personal de Silas. En cambio, las declaraciones llegaban a ser de varias páginas de extensión, a excepción de la primera, la cual terminaba con una nota donde se indicaba que el día que se tomó esa declaración, se había requerido la presencia de un psicólogo al finalizar el interrogatorio. Cada declaración estaba acompañada de un video, donde se podía rememorar los constantes interrogatorios que había sufrido la chica desde que se averiguó que era familiar de Silas.

Era un secreto a voces que las bases militares de Nevada se encontraban extremadamente aisladas para evitar los constantes ataques cibernéticos de M.E.C.H. La famosa "Área 51" no tenía ningún extraterrestre adentro, solo eran servidores sin ningún acceso a internet para evitar algún hackeo. Toda la información que entraba o salía era escrita a mano y fuertemente codificada. La seguridad era máxima y ni siquiera el hecho de pertenecer al ejercito podía asegurar acceso a esa información, solo los altos mandos y militares de alto rango (mismos que se negaban a dar información sobre Silas) podían entrar.

Dánae sabia vagamente esto, pues eran sus reportes los que estaban contenidos en ese lugar, a pesar de que nunca había entrado a las instalaciones. Su compañero, Scott había hecho un par de bromas sobre conspiraciones de la CIA hasta que ella le dejo en claro que no le hacia nada de gracia. A Scott también dejo de hacerle gracia cuando vio la frecuencia de los interrogatorios que le hacían a la chica (y lo alterada que ella regresaba después de cada uno de ellos).

Dánae admitía con algo de pena y vergüenza, que de niña había fantaseado varias veces con trabajar en el ejercito para descubrir los secretos del gobierno, conocer extraterrestres, y ese tipo de cosas. Su madre reía ante sus ocurrencias y su padre esperaba que esa etapa pasara pronto, aunque no la desalentó nunca.

Por lo menos su sueño de conocer extraterrestres se había cumplido. Sonrió cuando esa idea cruzo su mente mientras la registraban minuciosamente en busca de micrófonos oculto, cables o cosas de ese tipo, antes de pasarla por un detector de metales. Suspiro con cansancio cuando un soldado le pidió su teléfono para revisarlo, sin embargo, se lo entrego sin reclamar nada.