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Estaba caminando rumbo al trabajo cuando de repente siento un trapo húmedo en mi cara, por instinto intento forcejea pero un intenso mareo y unas imensas ganas de dormir invaden todo mi cuerpo, y sin poder evitarlo cierro los ojos callendo en un profundo sueño en los brazos de Morfeo.

Pov's Byron

Aún no podía creerlo, después de tanto tiempo esperando, planificando la mejor estrategia para traerla a casa, estudiando sus salidas, sus horarios, todo de ella, al fin la tengo a centimetros de mi.

Con solo aspirar su olor sentía que me volvía loco. Me siento junto a ella en la cama, aún sigue dormida por el cloroformo, y tenerla cerca de mi, con los ojos cerrados y sus facciones relajadas simplemente me encanta.

Tomo un pequeño mechón de su cabello y despacio lo enredo en mi dedo, admirando lo preciosa que es, nunca me cansaré de decirlo es simplemente hermosa.

Noto como arruga su nariz al sentir el roce de mis manos en su mejilla en una caricia, provocando un estremecimiento que recorre todo mi cuerpo.

Lentamente abre sus pequeños ojos esmeralda un poco desorientados, mira su alrededor confundida hasta que su mirada repara en mi, y como si mirarme hubiese sido un interruptor se intenta alejar, pero la tomo de la muñeca halandola hacia mi, al instante comienza a gritar y sin pensarlo tapo su boca con mi mano libre y con agilidad me coloco sobre ella inmobilisandola, de sus ojos comienzan a brotar pequeñas lágrimas que van aumentando en cantidad.

-por favor no llores, no te quiero hacer daño-digo en un vano intento de tranquilizarla.

Pov's Alice

"¿Que está pasando?" "¿no entiendo que está pasando?"

Sin poder evitarlo lloro sin control al sentirme atrapada.

"¿Ahora que hago?"

Movida por la desesperación, estampó mi mano en un puño contra su cara y este se desorienta un poco, con las pocas fuerzas que me quedan lo empujó haciéndolo caer al suelo, sin pensarlo corro hacia la puerta que para mi suerte esta abierta, salgo corriendo por un largo pasillo y a lo lejos veo unas escaleras, las bajo sin detenerme a observar nada, sintiendo unas fuertes pisadas detrás de mi. Busco con la mirada alguna salida y a unos cuantos pasos veo una puerta.

—¡Alice, ven aquí!—al escuchar aquel grito me sobresalto al sentir un escalofrío al escuchar mi nombre provenir de ese hombre—¡Alice!—reacciono y salgo por la puerta encontrándome con kilómetros y kilómetros de bosque.

Y es entonces cuando me doy cuenta de que estoy atrapada.

S.P

My MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora