Capitulo 3

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Nunca pensé en salir con alguien, pero Tom, era diferente, era divertido y me gustaba pasar tiempo con el.
-Anne, la cena esta lista. -me llamo mi mama.
Baje corriendo las gradas y me encontré con Brittany, Brittany era la novia de mi hermano, Mike, bueno, no se si a eso se le podría llamar, "novia".
-Hola, no sabia que vendrías. -Le dije a Brittany.
-Si, bueno yo tampoco, pero tus padres fueron muy amables de invitarme. -me dijo lanzando una mirada feroz.
-Si, cuando quieras Britt. - le dijo mi madre
¿Britt? Es en serio, pensé. Me senté y comí lo mas rápido que pude escuchando la estupida historia de Brittany acerca de como salvo a un gato de la calle y mi madre me regaño cuando dije.
-Los gatos son feos y tontos, yo lo hubiera dejado morir, siendo tu, para que ya no sufriera al ver tu cara. -Le dije.
Así que mi madre me mando a mi habitación y dijo.
-Hablaremos de tu castigo mas tarde.
Así que subí a mi habitación y me tire en la cama a pensar, mientras escuchaba las risas de todos abajo, y vi por la ventana.
Quería salir, y pensé que esta seria mi oportunidad para salir a caminar y pensar, abrí la ventana, salte por una orilla y me agarre y deje colgando mis pies solo era como un metro y medio de distancia hacia el suelo, así que me solté, caí sentada. Me sacudí toda la tierra de los jeans y fue hacia el asfalto.
No tenia a donde ir, solo caminar hasta el lugar que la mente me llevara, así que empece a pensar y como ya era tarde no había nadie en la calle, pero sentí como que si alguien me miraba, había frío, y se me había olvidado mi chaqueta, pero seguí hasta que sentí unas manos frías en mi boca, como las de Tom, pero no eran, no eran, no eran.
Empece a luchar para soltarme pero esas manos no me dejaban ir, me vendaron los ojos. Ahí supe que algo andaba mal, sentía mi respiración agitada y mi corazón latiendo muy rápido, al final, sentí un golpe en mi cabeza pero no me habían noqueado o algo por el estilo aun podía seguir luchando pero no con tantas fuerzas como el principio, y sentí aun mas manos deteniéndome y sabia que caminaba, pero ellos me dirigían así que escuche el ventilador de afuera de la casa de Susan Carrington, 3 casas después de la mía. Tenia vendada la boca así que no podía gritar y entonces me subieron a un carro, y me ataron las manos y pies. Recibí otro golpe en la cabeza.

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