CAPITULO 8

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Narra Pía

Cuando salimos de la casa, lo primero que hizo Nicolás fue abrazarme y llorar sin poder parar, me pareció muy tierno porque él no era alto, al contrario, era todo chiquito, igual yo era más peti.

Pía- Nico amor, si lloras y no me contas nada no voy a poder ayudarte - dije sacando las manos de su cara y con la yema de mis dedos, borrando las lágrimas de sus cachetes
Nico- déjame abrazsrte por última vez, soy una mierda, no te mereces estar al lado mío, es lo único que te puedo decir
Pía- ay Nicolás que mierda estás diciendo
Nico- mira, voy a ser sincero con vos, emm te acordás Ludmila, la forra que siempre te decía de todo, que una vez te agarró de los pelos y demás
Pía- si, dale hacela corta plis
Nico- bueno, se puso a charlar conmigo, de vos, nada bueno, como es de esperarse, lo malo en todo esto, es que yo, no la frené en ningún momento, hasta es más, bueno, emm, nos acostamos y nada, emm puede que yo también allá dicho algo tuyo, un secreto, pero posta se me escapó - escuchar todo lo primero, me estaba estrujando el corazón, y dando un poco de asco, pero lo último, la última frase, me lo rompió del todo, o eso creía
Pía- que mierda le dijiste Nicolás
Nico- te acordás de Felo? - listo, ahora sí, confirmado, mí corazón ya no era uno, bueno en realidad si, pero era un rompecabezas en el cual, ninguna pieza encajaba, e iba a ser muy difícil arreglarlo
Pía- NICOLÁS BELLE SOS UN FORRO, UN ASCO DE PERSONA - dije y le empujé su pecho mientras lloraba, al igual que el, solo que el no se contenía, en cambio, yo estaba intentando mostrarme fuerte - te digo una sola cosa antes de que desaparezcas para siempre de mí vida, te deseo todo el bien del mundo, pero las personas como vos, son las primeras en pudrirse, y que algo te quede bien claro, no te voy a necesitar, ok? Así que mira, te voy mostrando - dije sacando el celular- que te voy a eliminar y bloquear de todos lados, para que ya sepas y no pierdas tiempo de tu vida en un intento de buscarme
Nico- pero Pía, escúchame yo ...
Pía- escúchame las pelotas, tarado, te pensas que soy idiota? El que traiciona una vez, lo puede hacer dos, y quién sabe ya cantas veces te ha manipulado la estúpida esa, no tengo planeado volver a confiarte nada de mí vida, andate, no quiero verte, vine aca para ayudarte, saber porque estabas mal, y resulta que terminaste siendo un forro, que bien lo disfrazaste todo este tiempo eh
Nico- de verdad amiga - cuando dijo eso, lo mire con cara de asco
Pía- amiga? eso creía que eras, creí que podía confiar en vos, pero por lo visto no. Si no querés que te descoloque la nariz de una piña andate ya - eso hizo, con un semblante triste, el cual no me movió un pelo, si me dolió lo que hizo, pero bueno, como aprendí con la mujer que parió a mí primo, no hay que llorar a estas mierdas, pero no podía no llorar, lo necesitaba, estaba sentada contra la pared de una mini casita donde adentro está la bomba por la que circula en agua de la pileta, llorando como si no hubiera un mañana, hasta que me acordé que en la casita donde juegan mis primitos, hay un par de guantes y en el árbol de la punta del patio (así le deciamos con Juan) está la bolsa de box colgada, con el cuerpo pesado, me levanté y me sobe la nariz, entré a la casita, agarré los guantes, los cuales me quedaban chicos, pero no pretendía entrar y que me vean llorar, y salí de ahí directo hasta el árbol, cuando llegué, me pare firme frente a la bolsa, y cada golpe seco que le daba, veía la cara de mí falso amigo, si así se le podía llamar, y en cada golpe, así también, se me iban las ganas de llorar, y me sentía la mina más fuerte de todo el mundo, obvio eso se me iba cuando me acostaba y me máquinaba sola. Estaba tan concentrada pegándole a la bolsa, que no me di cuenta de la presencia de una persona
x- sos buena eh
Pía- ay boludo
Juan- seguís siendo igual de buena hija de mil
Pía- decime qué tenes los guantes, necesito por lo menos un mini round, por favor
Juan- Pía yo dejé hace casi cuatro años, si querés le digo a Mateo
Pía- na, déjalo, sigo con mí amiga - cuando fui a darle un golpe, mí primo la movió e hizo que le pegue al aire, haciendo q casi me caiga - que haces tonto
Juan- que te paso?
Pía- nada, por?
Juan- estás haciendo boxeo - señaló la bolsa que tenía abrazada
Pía- me gusta hacerlo
Juan- ya lo sé, pero nunca haces a esta hora, además, donde está Nico?
Pía- se fue - dije cortante, con cara de culo y sacándole la bolsa de los brazo para pegarle a ella nuevamente
Juan- Chee que mal humor, se pelearon como siempre?
Pía- si, nos peleamos, pero no como siempre, está vez, para siempre, no quiero verlo nunca más a ese forro de mierda - nuevamente pegué en la bolsa y se escapó una lágrima
Juan- ehh que hizo?
Pía- te acordás de Felo? - el asintió - y de Ludmila?
Juan- no me voy a acordar de semejante víbora?
Pía- bueno, ella lo manipulo a Nicolás, se acostaron y él le contó todo sobre Felipe y yo, hermoso, no? - y otra vez le pegué a la bolsa
Juan- que forro, Pía, ya está, no quiero que te bajones por el, si necesitas esto - señaló la bolsa - hacelo, si necesitas charlar, estoy, al igual que papá y todos, sabes, no? - yo asentí
Pía- yo te adoro con el alma, pero ahora necesito esto - señalé a la bolsa - y estar sola
Juan- ok, solo te aviso que en una hora vienen los chicos y papá, que come con nosotros, no es para ponerte peor, pero creo que viene Paola también
Pía- a bueno, ahora la bolsa tiene una cara más - el río y entró en la casa, yo seguí en lo mío, sabía que había pasado mucho tiempo, pero me di cuenta que era más del que pensaba, cuando vi entrar un auto blanco, es decir que había pasado una hora, porque están llegando los invitados, como ese no era el auto de mí tío, muy probablemente era algún amigo de Juan, yo me senté en la hamaca, rezando por qué no me vean, estaba toda transpirada, pero cuando los chicos (si, eran los tres) bajaron del auto, se asomó mí primo por la puerta corrediza de la casa y se encargó de decirles que yo estaba ahí, si, todo un amor
x1- hola, soy Julián- dijo acercándose
Pía- hola, Pía un gusto - le extendí la mano- perodon soy un asco
Julián- na importa - sonrió y se dirigió a la casa
x2- hola, me llamo Simón
Pía- hola - dije sonriendo y extendiendo mí mano - Pía, perdón por esto - dije señalándome, el solo río y espero a que su amigo me saludé
x3- hola
Pía- si el es Simón, el otro Julián, vos sos, Nacho
Nacho- si - dijo  riendo al igual que yo y Simón, a este también le extendí la mano pero no le aclaré  nada ya que cuando dije mí nombre y todo sobre mí transpiración, el estaba ahí
Simón- nosotros vamos adentro
Pía- si, yo también - los dos chicos iban caminando adelante mío, y yo, me iba sacando los guantes, ni bien entre en la casa, empecé a joder, tenía pensado pasarla bien y no pensar en Nicolás - NECESITO AGUA
Mateo- pero miren quién se digno a venir
Pía- estaba descargando - dije mostrándole los guantes
Mateo- no me invitaste a verte forra
Pía- ahora sí vamos afuera con todos necesito por lo menos un round
Juan- ay Mateo decime por favor qué vas a jugarle un round porque esta insoportable
Julián- y Chicha? - dijo bajando del baño
Dani- se murió
Pía- ay Daniel - todos rieron - estaba en el patio, no la viste? - el tal Julián negó
Luca- mira, ahí está - señalo la ventana en la que la perrita están rascando
Julián- hola Chichaaa - bajo rápido las escaleras y salió al patio, todos lo seguimos, ya que justo había llegado Pablo, quién entro en la casa, preparo unas cosas y se puso a hacer el asado, mientras Julia y Tomás jugaban, mí tío hacia el asado, junto con Paola, quién estaba sentada en un paredón cruzada de piernas quejándose cada dos segundos por el olor, y tomando una copa de vino, por otro lado, estaban Juan, Manu, Tobi, Dani, Julián, Luca y Nacho jugando un partidito, y cerca de ellos, estábamos Mateo y yo, haciendo box, me encanto practicar con el, es muy bueno, y sobre todo, no le importa que sea mujer, era como estar peleando con Juan, no hacía diferencia por el género, me encanta eso
Mateo- sos buena hija de mil - dijo cuando le metí un gancho en el estómago y cayó riendo al piso
Pía- perdon, fue muy fuerte, me lo tomé enserio
Mateo- no pasa nada - dijo riendo - pero cuando estemos solos, me vas a contar que te tiene tan alterada y hace que pegues con tanto odio - yo asentí
Pía- después te cuento
Mateo- dale - me estiró el brazo, lo ayude a que se levante, me dio un beso en el cachete, el cual me dejó bastante tonta y nos unimos al partido.

«ᴛʀᴜᴇɴᴏ» ᴇɴ ϙᴜᴇ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ ᴏᴄᴜʀʀɪᴏ? PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora