Prólogo

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El frío nocturno del invierno comenzaba a desestabilizar mi mente,logrando que piense solo en llegar a casa de una vez
Salía a comprar leña para mi madre y para mí,con el poco dinero que teníamos almacenado.Ella decía que podía usar lo que quisiera si era para algo necesario o para algo que me haga feliz,pero no es así.Se que no le pagan mucho en el ejército,teniendo en cuenta que da la vida por salvar los traseros de todos,incluyéndome

Siempre estuve en desacuerdo con su decisión.El solo pensar que uno de estos días ya no estaría a mi lado,me aterraba,a pesar de que casi nunca este conmigo en casa
No hay mucho que hacer,a decir verdad.Admiro el arte,el dibujo.Pero no puedo permitirme el lujo de comprar pinturas,son muy caras,por lo que rara vez puedo concederme el placer de plasmar mis sentimientos en un lienzo

Todo es aburrido si ella no está en casa.Bueno,es un pensamiento muy infantil de mi parte.Pero la admiro demasiado,me encantaría ser como ella.Fuerte,determinada,divertida,apacible

Mientras cargaba con la leña en mis brazos,pude divisar que una de las casas mas turbias del lugar tenía sus luces encendidas y la puerta abierta,logrando que me preocupe
Era horrible lo que ocurría allí dentro.Asesinatos,prostitución y drogas.Un ambiente intoxicado,lleno de gente que quiere arruinarse la vida ensuciando sus propios nombres

Comencé a caminar rápido,aunque me dolían los pies de caminar tanto,ya que los zapatos me quedaban pequeños.Tenía los pies terribles en ese sentido,todos lastimados y raspados por los zapatos.Pero no estaba para nada en posición de quejarme
Un silvido me hizo aminorar la marcha.Me habían descubierto caminar por sus asquerosas calles,llenas de mugre y algunas botellas de cerveza tiradas por la calle

Volteé lentamente hacia el lugar que casi había dejado atrás.Dos hombres me veían desde la puerta,con mirada perversa y cigarros en la boca.Ambos mayores,quizá sobrepasaban los treinta años
El mas alto me hizo una seña con su dedo índice,dándome a entender que quería que me dirija hacia el lugar.
Iba a echar a correr,era una buena idea.Pero considerando que habían mafiosos en aquel lugar,no tuve mas remedio que caminar lentamente hacia ambos hombres para no tener más problemas de los que tenía en este momento

- No te he visto por aquí.¿Como te llamas muñeca?-Preguntó con el ceño fruncido el más bajo

- Disculpen,debería volver a mi casa-Murmuré ya asustada

- Pareces menor,¿Cuantos años tienes princesita?-Dijo el contrario acariciando mis cabellos castaños mientras explusaba en humo del cigarrillo en mi cara

- Dieciséis.

Ambos hombres sonrieron perversamente,llegando a verse macabros.Fruncí el ceño levemente y apreté los puños detrás de mi espalda,preparándome para la huida.Aunque debía dejar la leña,era lo que menos me importaba

- ¿Quieres pasar con nosotros el rato?-Preguntó,esta vez,intentando tomarme del brazo.Yo lo interrumpí pateando su pantorrila,logrando que se encoja en su lugar

- ¡Nunca!-Grité,para luego echar a correr y ver como ambos hombres llamaban a otros dos,para luego comenzar a perseguirme hábilmente

Solté aire desesperada y aturdida,al no saber que hacer.No era muy ágil,para ser sincera,y si sumamos los zapatos estaba completamente acabada.Pero tenía la inteligencia intacta,por lo que tomé varios callejones,logrando perder a dos de los hombres

- ¡Ven aquí,maldita zorra!-Gritó uno a la distancia

Ya comenzaba a tener sudor por todos lados y la frente perlada de este.Mierda,mierda y más mierda.No quería que nadie me tocase,no quería que mi madre me viera en este situación.Odiaba sentirme vulnerable

Annette • SnKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora