👼única parte👼

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Bubyeon asoma su rubia cabeza entre los arbustos para conseguir localizar a su presa: entrecerrando sus ojos, analiza desde sus largas piernas y atléticos brazos hasta la punta de sus blanquecinos mechones.

Él no es como se lo esperaba.

Pero bueno...no es como si toda persona atractiva tuviera suerte en el amor solo por el hecho de ser agraciado físicamente, ¿no? Hay otros factores a considerar.

Muy bien, Bubyeon...creo que tengo la misión perfecta para ti.Literalmente no hay manera de que la arruines esta vez.

Bub evoca las palabras de su jefe mientras apoya la punta de la lengua en su labio superior, tal y como lo hace siempre que está nerviosa.

Es simple.—Le dijo el antiguo y poderoso ser que reina sobre los enamorados—De hecho, hasta un querubín inexperto podría hacer esto.Solo tienes que insertarle una flecha en el trasero.Solo eso.No importa a quién lo unas.Eso no me interesa.Lo único que te pido es que sea humano esta vez.—Masajeó su imponente frente con molestia—Te lo imploro.Nada de toros, Bub.Ya tuvimos suficiente con todo el desastre de Pasifae y la zoofilia siglos atrás.

Con aquella encomienda aún en mente, Bub levanta la foto del joven y analiza con atención los datos en la parte posterior del papel.

Al parecer se llama Changgu y es trainee en alguna especie de empresa de idols, lo cual explica su atareada agenda: lo estuvo siguiendo durante días y vaya que es difícil mantenerle el ritmo.No para ni por un segundo.

En cuanto a lo personal no solo es amable, responsable e increíblemente atento con sus compañeros...sino que además es sumamente precioso por fuera también.Con una mano en el corazón, Bub no ha visto a alguien tan lindo en siglos.A lo largo del día las chicas lo sobrevuelan como abejas a un panal, amontonándose a su alrededor para entregarle cartas de amor y salir corriendo entre risitas en el momento en el que él les agradece educadamente.

Dicho esto, Changgu pasa sus días de forma solitaria y reservada.No parece involucrarse emocionalmente con nada más que su trabajo.No tiene citas ni intima a un nivel más profundo con nadie.

Sin embargo, eso está a punto de cambiar.

El blanco desde aquí es perfecto.Ladeando la cabeza, consigue un plano excepcional del trasero del chico y se dice que no será difícil darle.Definitivamente es bastante visible.

—No lo defraudaré, jefesito...—Susurra Bub armándose de valor mientras toma su flecha y le deposita un beso de la suerte—No esta vez.

Si quiere dejar a Cúpido orgulloso y cerrarle la boca a todos sus compañeros debe hacer un tiro excepcional.Un lanzamiento que enmiende todas sus tonterías y errores anteriores.Por ello mismo tensa lo más que puede su pequeño arco, cerrando uno de sus ojos para poder visualizar mejor.

Pobresillo.

El chico definitivamente no tiene idea de que está a punto de ser víctima de una de las famosas flechas del amor.Se lo nota muy tranquilo mientras habla con sus amigos y ríe en su compañía.O bueno...más bien ellos ríen mientras él se la pasa en silencio con enormes bolsas debajo de sus ojos.Claramente esos ensayos le drenan toda la energía vital, ugh.

Si ella lo conociera, definitivamente le rogaría que comiera algunos carbohidratos y fuera feliz en lugar de llevar a cabo esas dietas tan estrictas.El chico se merece un helado y unas vacaciones.

¿Acaso no hay nadie que le diga que es sumamente talentoso y valioso? ¿Nadie que le dé un abrazo y unas palmaditas en la espalda? Se nota que necesita todo el apoyo que pueda recibir en un ámbito tan competitivo.Bub conoce ese tipo de ambientes por experiencia propia y sabe qué tan solitario se puede sentir uno.

Little cupid » ChangguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora