tecla de escape

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Tecla de escape.

Me encontré con una amiga que no veía hace un tiempo, tuvimos unas largas charlas juntas con unos ricos mates, compartimos carcajadas como si ese tiempo que nos separó nunca existió, me sentí muy a gusto verla bien, tan llena de vida, con esos ojos brillantes que me traspasaron la mirada hasta acariciarme el alma. Al momento de su despedida junto con un gran abrazo le soltó una lágrima cayendo sobre su mejilla izquierda, tratando de secarla le pregunté porque lloraba pero no contestó nada, se fue sin mirar atrás, yo cerré la puerta, cambie la yerba y calenté el agua.

Pasó un día sin saber nada de ella, pasaron dos días, tres, cuatro, una semana, dos, tres, un mes sin una señal de vida, traté de comunicarme con su padres que vivían al otro lado del mundo, pero fracasé, intenté de hablar con su hermana que solían tener relación, y no la encontré. Luego de mi cuarta visita a su departamento, crucé a una vecina que muy amable me dijo que hace un mes no escucha nada en el 4to D, que aquello le sorprendía porque cada mañana en su desayuno escuchaba las delicadas notas del piano que tocaba. Le agradecí por la información y le pedí el contacto de la dueña del departamento, la llamé ese mismo día.

Me atendió una señora con una voz ronca, como cansada, o como si la hubiera levantado de la siesta de las 3pm - Hola si? Habla Inés, con quien tengo el gusto de hablar – oyéndola presentí que sería inútil consultarle por mi amiga pero insistí ya que era mi última opción

-Que tal Inés, me pasó su contacto la señorita del 4to C, ya que no puedo comunicarme con una vieja amiga que me reencontré hace un mes aproximadamente, ella vive en el D, quisiera saber si por casualidad usted me podría brindar alguna información sobre esta situación que me tiene media nerviosa, por un lado...

-Déjeme adivinar...- me interrumpió y continuo- Su nombre es Gigi? Si es así que supongo que lo es, me dejó a cargo a mí de una tarea muy particular, su amiga me dijo que cuando usted me intentara localizar le diera las llaves de su departamento, que le dejó un regalo para usted, ella se fue de viaje y dejó dos meses de pago de alquiler para poder darle ese tiempo, pasado el tiempo lo volvería a alquilar. Si se encuentra en el edificio le sugiero que venga ahora en el 7mo A y le entrego las llaves, así podré continuar con mi siesta – colgó y me quedé sorprendida pero logré avanzar con lo que me pedía, subí por el ascensor hasta destino pero no logré tocar su timbre que por debajo de la puerta me lanzó un sobre de color cobre, muy delicado que decía mi nombre junto al número de su piso, le dije gracias y escuche que se marchaba arrastrando sus pantuflas.

Bajé de nuevo hasta el cuarto D, respiré hondo dos segundos y abrí el sobre, solo la llave, nada más, ya en frente de la puerta volví a respirar hondo mientras daba la segunda vuelta a la cerradura. El departamento estaba iluminado con el sol que entraba por los gigantes ventanales sin cortinas, seguí avanzando y no había nada, todo vacío, en su habitación no estaba ni la cama ni un mueble, en la cocina no había un solo rastro de comida, y en la heladera una botella de agua que no daban ganas de tomarla, su aspecto era turbio, seguí avanzando hasta el comedor que me hizo quedarme quieta mientras observaba el viejo piano del que me habló ese día del reencuentro, estaba tapado para que no lo percudiera el polvillo, lo destapé y estaba ahí tan imponente, tan elegante, negro, todo brillante, parecía sin uso de tan bien cuidado que estaba, levanté la tapa que cubría sus teclas, pero me encontré con otro sobre del mismo color cobre, igual que el anterior decía mi nombre pero esta vez adentro contenía una carta que decía:

" Como es que uno se conoce por dentro, en tan poco tiempo, solo en una vida, en esta que nos tocó a cada uno, como comprende uno cuando el camino es el correcto, como sabe si la decisión que tomó fue la correcta, como no dudar de tus emociones si un día estás en tu máximo esplendor y al otro amaneces gris, sentada en la cama, recalculando la hora y la fecha, con las nubes tapadas y esta vez, sin los pajaritos que oías cada mañana, decime por favor la solución inmediata para dejar de dudar y ponerme a actuar para lograr con hechos las promesas que me hice a mi o al resto de las personas que me rodean, decime por favor como es la mirada tuya reflejada en tus ojos en el espejo todas tus madrugadas, esa mirada ganadora y segura, la perdí, me olvidé como era, y la extraño, quiero que vuelva la intriga en mis ojos, quiero verme segura, porque esta versión de mí, tan débil, me asusta, no me gusta, quiero que se vaya pero va en aumento, soy contradictoria, quiero espacio pero el vacío me da miedo, el estar sola me aterra, no quiero que por alejarme de todos se olviden de mí, por mi culpa. Tengo opciones y elijo mal, como siempre, le planteo mi amor a alguien que luego lastimo, presiono el botón de fuga y chau le digo mientras no me cae ni una lágrima, estoy buscando cuidado, seguridad, que alguna vez la perdí, la vuelvo a encontrar con tan solo una caricia chata que me dan, como cual perro de la calle, que ama ser acariciado, pero su lugar está ahí, en la calle, y no le molesta porque así se crió y cree que eso está bien"

tecla de escapeWhere stories live. Discover now